lunes, 15 de noviembre de 2021

Solemnidades de un centenario

 Quibdó 1930
Las solemnidades de un centenario
Parque Centenario. Quibdó, 1930. Foto: Misioneros Claretianos.

Hace 91 años, en un lapso de dos meses, entre el 15 de septiembre y el 11 de noviembre de 1930, las autoridades municipales e intendenciales de Quibdó y el Chocó emitieron tres decretos y una resolución referentes a la celebración -en su jurisdicción- del primer centenario de la muerte del Libertador Simón Bolívar, que se conmemoraría con toda pompa el 17 de diciembre de ese año en todo el país y con especial solemnidad en la Quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta, en donde el corazón del prócer había dejado de latir para siempre y a donde se trasladaría el Presidente de Colombia, Enrique Olaya Herrera, mientras en la Plaza y en la Quinta de Bolívar de Bogotá lo representaba en los actos protocolarios su Ministro de Relaciones Exteriores Eduardo Santos Montejo.

El 15 de septiembre de 1930, el Director de Educación Pública de la Intendencia Nacional del Chocó, Juan J. Carrasco, expidió el decreto Nº 235[1], mediante el cual, “con motivo del centenario de la muerte del Libertador Simón Bolívar”, se prorrogó “el año lectivo de todas las escuelas públicas de la Intendencia del Chocó hasta el 19 de diciembre del presente año, con el único fin de que todas, en sus respectivas localidades, tomen parte activa en los homenajes que se tributen al Libertador Simón Bolívar, el día 17 de diciembre del presente año”. Carrasco era conservador y había sido Intendente en la década anterior, cargo desde el cual había promovido la idea de que las vías y caminos de penetración hacia el Chocó eran de gran valor político para disminuir la preponderancia liberal en la región, pues, como lo expresó en carta al presidente Marco Fidel Suárez, en 1918, “por esos caminos nos vendrá sin duda mucho elemento conservador y eso lo necesitamos con urgencia, para ir acabando de desalojar la mayoría contraria, y cambiar la faz política chocoana”[2].

Ocho días después de ese primer decreto, Juan J. Carrasco fue reelegido por el Ministro de Educación Nacional, Abel Carbonell, como Director de Educación Pública de la Intendencia. Se posesionó el 24 de septiembre ante el Intendente Heliodoro Rodríguez, con cuya aquiescencia se había producido su nuevo nombramiento. Así, renovado en sus funciones, a media mañana del 16 de octubre, Carrasco publicó la Resolución Nº 27 de 1930, “por la cual se crea el Álbum de Bolívar, como homenaje en el día de su fallecimiento”[3]:

El Director de Educación Pública de la Intendencia del Chocó […]

Resuelve:

Créase el Álbum Bolívar, en la Intendencia del Chocó, con motivo del centenario de la muerte del grande hombre. Este álbum se formará con pensamientos dedicados al Libertador relativos a cualquiera de las épocas de la vida del ilustre hombre. La Dirección de Educación Pública suministrará el álbum y se encargará de ir trasladando a él los pensamientos que reciba y los originales quedarán cuidadosamente conservados y empastados para obsequiarlos a la biblioteca del Centro de la juventud católica de Quibdó. El día último del mes de noviembre queda cerrada la inserción de los pensamientos, para poder remitir el álbum al Director de Educación Pública del Departamento del Magdalena, para que él lo coloque en el lugar correspondiente en la Quinta de San Pedro Alejandrino. Si la Intendencia se hiciere representar en las solemnidades del Centenario, el comisionado será el portador del álbum.

 

Cópiese y publíquese. Dada en Quibdó a diez y seis de octubre de 1930.

 

Juan J. Carrasco.

 

República de Colombia. Intendencia Nacional del Chocó. Despacho del Intendente. Quibdó, octubre 16 de 1930. Aprobada.

 

El Intendente. Heliodoro Rodríguez.

Quince días después, el alcalde de Quibdó, Luis Padilla, y el secretario de la Alcaldía, Balbino Arriaga Castro, firmaron y promulgaron el decreto Nº 56 de 1930, “por el cual se crea la junta organizadora de las solemnidades del centenario de la muerte del Libertador”[4]. El Secretario de Gobierno de la Intendencia, Julio Strauch, encabezaba esta junta, acompañado de Agustín Rey Barboza, Rodolfo Castro Baldrich, Manuel A. Santacoloma, Vicente Martínez Ferrer, Miguel Ángel Ferrer y el Padre José Miró, misionero claretiano y Cura Párroco de la ciudad, quien cuando recibió la noticia estaba dándole la bienvenida a sus nuevos compañeros de misión, el Padre Pedro Grau y Arola, quien veintitrés años después se convertiría en obispo y Vicario Apostólico de Quibdó, y el Hermano Eduardo Ullate, quien permanecería en la ciudad por casi 40 años y se haría famoso entre vivanderas y vendedores del mercado local, por sus labores como mandadero del convento.

Mediante el decreto Nº 298 del 11 de noviembre de 1930[5], “por el cual se honra la memoria del Padre de la Patria”, el propio Intendente nacional del Chocó se sumó a las previsiones para tan histórica efeméride. En uso de sus atribuciones legales, el Intendente estableció, entre otras cosas, que en todos los municipios de la Intendencia se rindiera un “homenaje serio” al Libertador el día del centenario de su muerte…

Artículo 1° En todos los municipios de la Intendencia se rendirá el día 17 de diciembre un homenaje serio en conmemoración del centenario de la muerte del Libertador y Padre de la Patria.

Artículo 2° La Intendencia designará una comisión especial que coloque una corona ante el monumento del Libertador a nombre del Chocó, en San Pedro Alejandrino. 

Artículo 3° En todas las escuelas de la intendencia se verificarán actos especiales de severa y patriótica conmemoración, acordes con la solemnidad del momento.

 

Dado en Quibdó a 11 de noviembre de 1930.

 

Heliodoro Rodríguez, Intendente.

El Secretario de Gobierno, Julio Strauch E.

El Secretario de Hacienda, Ricardo Echeverri Ferrer.

El Director de Educación Pública, Juan J. Carrasco.

Las solemnidades del 17 de diciembre de 1930, en conmemoración del primer centenario de la muerte de Simón Bolívar, incluyeron dos minutos de silencio en todo el país, a la una de la tarde de ese día, rememorando la hora oficial del fallecimiento y por mandato expreso del presidente Olaya Herrera. Además de la comisión especial creada por el decreto del Intendente Heliodoro Rodríguez, el Chocó estuvo representado en los actos oficiales por un joven y destacado estudiante de Derecho que era uno de los tres que habían sido designados por la Federación Nacional de Estudiantes -el mismo día de la expedición del decreto intendencial- como delegados para el congreso de estudiantes que se reuniría en Santa Marta “con motivo del centenario de la muerte del Libertador”.

Ese joven era Diego Luis Córdoba, posteriormente considerado padre del Departamento del Chocó, educador y faro de la raza, como reza la inscripción en el monumento a su memoria que preside el costado suroccidental del Parque Centenario, en Quibdó, donde está emplazado también un obelisco conmemorativo del Centenario de la muerte del Libertador Simón Bolívar, el comienzo de cuya construcción fue registrado por el periódico ABC, en su sección de crónica local del 21 de noviembre de 1930, así: “se han principiado los trabajos para erigir una columna simbólica en el Parque del Centenario en homenaje al Libertador[6]. Diego Luis Córdoba concurrió a Santa Marta en compañía de sus colegas estudiantes Luis Alberto Bravo, quien años después sería magistrado de la Corte Suprema de Justicia, y Manuel Antonio “Matoño” Arboleda, quien a pesar de su corta vida (moriría a los 31 años) desarrolló una brillante carrera pública, que finalizó como Secretario General de la Universidad Nacional.

A escasas tres semanas de la celebración, la Personería municipal de Quibdó, mediante aviso publicado en el periódico ABC del 25 de noviembre de 1930, suplicó “a todas las familias de buena voluntad” de la ciudad su cooperación para “la solemnización del centenario de la muerte del Libertador. Con tal objetivo se les exige obsequiar al Padre de la Patria con matas de flores y arbustos, que serán sembrados por los hombres del cuerpo de higiene y seguridad, a cuyo local pueden enviarlas”.

En todo el país, y Quibdó no fue la excepción, se llevaron a cabo celebraciones solemnes en conmemoración del centenario de la muerte de Simón Bolívar, el miércoles 17 de diciembre de 1930. Dos días después, los escolares finalizaron con alborozo el año lectivo en los establecimientos educativos de la Intendencia del Chocó. La columna simbólica en homenaje a Simón Bolívar, cuya construcción no llevaba un mes de trabajos en el Parque Centenario, aún tardaría un tiempo para ser inaugurada.

Casi un siglo después, Quibdó sigue siendo una de las pocas capitales de departamento en Colombia que, aun con el esmero que le puso a la celebración aquella del centenario de su muerte, no tiene en su mobiliario urbano ninguna estatua, busto o monumento en homenaje a Simón Bolívar. Una escuela primaria de varones que llevaba su nombre desapareció junto con el conjunto de construcciones del denominado Barrio Escolar.

Monumentos a César Conto Ferrer y a Diego Luis Córdoba. Quibdó, Parque Centenario, 2019. FOTOS: Julio César U. H.

Dos monumentos, bastante dignos y apropiados, posee la ciudad en su sector central, ambos en el Parque Centenario, dedicados a dos de sus hijos más dignos e ilustres: César Conto Ferrer y Diego Luis Córdoba. A estos dos monumentos, cosa que no le vendría mal a la memoria histórica de la ciudad, podría sumarse algún tipo de recordatorio sobre Manuel Mosquera Garcés, en el parque que lleva su nombre. Así mismo, buscando disminuir los costos del trabajo escultórico, podría pensarse en una galería fotográfica con imágenes de otros personajes relevantes (hombres y mujeres), hecha con tino histórico y acierto estético en su curaduría, en materiales de calidad y alta duración; la cual podría estar distribuida en el escaso espacio público de la ciudad o concentrada en un sitio como el malecón del río Atrato. Igualmente, un letrero digno y apropiado de bienvenida a la ciudad, con uno que otro dato histórico, podría estar ubicado a la entrada de la carretera que conecta a la región con Antioquia, justo en el cruce de la vía de entrada hacia el aeropuerto local; y algún elemento sencillo, pero diciente y de carácter histórico y monumental, podría ubicarse en algunos de tantos espacios amplios de la terminal de pasajeros del aeropuerto.

Quienes visitan a Quibdó por primera vez casi siempre quieren saber algo de historia y, cuando ven el Parque Centenario, preguntan por otros personajes (mujeres y hombres) que de algún modo significativo hayan hecho historia en la ciudad y en la región, en el país y en el exterior; la mayoría de los cuales permanecen ignotos y ocultos bajo el velo del olvido y de la ingratitud. Rara vez el visitante busca en el espacio urbano de Quibdó la presencia monumental de los considerados próceres de la independencia nacional de Colombia, quizás porque en el fondo sabe que Quibdó y el Chocó no han sido precisamente los lugares más entrañables para la dirigencia nacional.


[1] ABC, Quibdó, 29 de septiembre de 1930. El centenario de la muerte de Bolívar y la Dirección de Educación Pública.

[2] Citado por: González Escobar, Luis Fernando (1996). Chocó en la cartografía histórica: de territorio incierto a departamento de un país llamado Colombia. Boletín Cultural y Bibliográfico, Vol. 33. núm. 43. Pág. 69.

[3] ABC, Quibdó, 18 de octubre de 1930. Un nuevo homenaje en el centenario de la muerte de Bolívar.

[4] ABC, Quibdó, 7 de noviembre de 1930. Junta del centenario del Libertador.

[5] ABC, Quibdó. 12 de noviembre de 1930. El homenaje al Libertador.

[6] ABC, Quibdó, 21 de noviembre de 1930. Crónica local.

1 comentario:

Sus comentarios son siempre bienvenidos. Gracias.