lunes, 26 de noviembre de 2018


16 Historias de lucha
contra la violencia de género
Homenaje a la libertad recobrada. Ilustración digital de Julio César U. H., a partir de collage de fotos.
A partir de ayer, 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, se lleva a cabo en todo el mundo la campaña 16 Días de activismo contra la violencia de género, a través de la cual el Secretario General de la ONU, ONU Mujeres y organizaciones feministas internacionales buscan impulsar acciones que contribuyan a poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo.

El Guarengue les ofrece 16 historias, reales y bastante inspiradoras, de lucha para eliminar todas las formas de violencia contra la mujer, en las palabras y desde la perspectiva de sus propias protagonistas. Son textos breves, seleccionados del sitio web de ONU Mujeres, organización que los recopiló en comunidades y ciudades de las regiones de Asia y el Pacífico, Estados árabes y África del Norte, África, Europa y Asia Central, Latinoamérica y el Caribe.

Señora Phumzile Mlambo-Ngcuka,
Secretaria General Adjunta de la ONU
y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres.
Fue la primera mujer en ocupar
el puesto de Vicepresidenta de Sudáfrica
de 2005 a 2008. Foto: Marco Grob. 

Tomada de ONU Mujeres: 
Es un llamado a escuchar y a creer a las personas sobrevivientes, a poner fin a la cultura del silencio y a que nuestra respuesta tenga como centro de atención las personas sobrevivientes. Se debe dejar de cuestionar la credibilidad de la víctima y en su lugar hay que centrarse en la rendición de cuentas del agresor[1], anota la Secretaria General Adjunta de la ONU y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, en su Mensaje para el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer 2018; cuya lectura es también recomendable.

En nuestros entornos familiares, laborales y sociales, quizás podamos escuchar y atender este llamado. 
Aquí van, pues, las historias.

Kirguistán:
Según un reciente estudio, en Kirguistán, en 1 de cada 5 matrimonios se secuestra a la novia, una práctica tradicional que permite a los hombres del país elegir a la mujer con la que quieren casarse y organizar su secuestro. La novia no tiene voz ni voto en la decisión.

Moldavia:
Entre muchas mujeres existe un mito persistente de que la violencia es un asunto privado. Debemos luchar contra la idea de que lo que ocurre en la familia se queda en la familia. Este es el motivo por el cual las mujeres continúan aceptando y soportando esta violencia. (http://www.unwomen.org/es/news/stories/2018/11/from-where-i-stand-ina-gardinaru)

República Democrática del Congo:
Lo peor de todo es que después de que me curaran y saliese del hospital, mi propia comunidad me rechazó porque me habían violado. La gente me miraba de una manera rara, y cuando volví a la escuela me dijeron que debía sentarme en la última fila y siempre dejaban dos asientos vacíos entre el resto de la clase y mi pupitre.

Kenia:
El camino hacia la justicia para las sobrevivientes de la violencia de género y la violencia sexual a menudo es muy solitario. Tienen que enfrentarse a numerosas dificultades, lo que incluye volver a asumir el papel de víctima al revivir su horrible caso una y otra vez como resultado de un largo proceso judicial que puede durar años. Es muy importante que durante esta experiencia haya personas que te acompañen.

 
Imágenes tomadas de:
Unión Africana:
Una de cada tres mujeres de África se casa antes de cumplir los 18 años, y de los 30 países en los que existe una mayor prevalencia de la mutilación genital femenina, 28 están en África. La desigualdad entre sexos, profundamente arraigada, las creencias culturales establecidas y la pobreza potencian esta nociva práctica. En muchas zonas, los hombres y las mujeres que lideran las comunidades tradicionales y religiosas y que realizan, promueven o defienden el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina son los garantes de estas prácticas. Por lo tanto, también pueden convertirse en las figuras aliadas más poderosas para erradicarlas.

Liberia:
Tenemos que informar sobre este tema e informar bien, porque las familias y comunidades siguen encubriendo, protegiendo a quienes agreden en lugar de [proteger] a las víctimas de la agresión. Cuanto más informemos sobre estas noticias, más personas se concienciarán y antes podremos empezar a romper el círculo de la violencia contra las mujeres y las niñas. (http://www.unwomen.org/es/news/stories/2018/11/in-the-words-of-bettie-johnson-mbayo)

Camerún:
Las dificultades por las que atravesé me hicieron ver que el reto principal reside en el carácter patriarcal de nuestra sociedad. La discriminación por motivos de género y la violencia contra las mujeres están arraigadas en nuestra cultura y religión. En nuestra zona, la religión y la cultura están íntimamente entrelazadas, y los hombres utilizan la religión con fines personales y para marginar a las mujeres. Esencialmente, las mujeres no gozan del mismo reconocimiento ni trato que los hombres. Los hombres piensan que la violencia es normal, y que las mujeres deben aceptar el maltrato.  
(http://www.unwomen.org/es/news/stories/2018/11/in-the-words-of-aissa-doumara-ngatansou)

México:
En 2014, entró una administración municipal que decía que las mujeres no debíamos participar en la vida pública. Pero nosotras, como mujeres, persistimos, elevando las preocupaciones de nuestra comunidad a la municipalidad. Asistimos a una asamblea en diciembre de 2014; la mayoría éramos mujeres. Allí llegó la emboscada y fuimos atacadas por hombres de la administración municipal.

Guatemala:
Berta Antonieta Bustamante caminaba hacia la escuela un día, con apenas 11 años, cuando un hombre pasó detrás de ella y la toqueteó. “No pude hacer nada”, recuerda. “Quienes no podemos usar nuestra voz ni siquiera podemos oponernos”. Berta Antonieta Bustamante es sorda y no puede hablar.

Ilustración de la campaña #HearMeToo (#EscúchameTambién) de ONU Mujeres. Imagen: ONU Mujeres.
http://www.un.org/es/events/endviolenceday/assets/img/featured-image-sgmessage.jpg

América Latina:
Actualmente, América Latina es la primera región mundial en puestos locales y parlamentarios ocupados por mujeres. Sin embargo, para conseguir la participación política hay que hacer frente a un clima creciente de violencia e intimidación contra las mujeres en la política. 

Jamaica:
Durante nueve años trabajé para una familia de cuatro personas en Kingston. Como quería estudiar, me inscribí en la escuela nocturna. Sin embargo, yo era una trabajadora doméstica interna y mis empleadores pensaban que no tenía que tener tiempo para mí misma. Un día, al regresar de la escuela por la noche, me encontré con la puerta cerrada. Pulsé el timbre, llamé a la puerta, pero no abrieron. Tuve que dormir en la caseta del perro. Esto sucedió varias veces. (http://www.unwomen.org/es/news/stories/2017/4/from-where-i-stand-shirley-pryce)

India:
En India, las mujeres boicotean las bodas en las que las novias son menores de edad. En cinco estados de la India rural, miles de mujeres se han unido a los grupos de mujeres que se han creado y que utilizan todo tipo de recursos, desde protestas hasta ceremonias de promesas, como parte de un programa de prevención de la violencia para mujeres pertenecientes a minorías étnicas...

Tailandia:
Únicamente cuando todas las personas tailandesas se sientan empoderadas para decir sí o no a las relaciones sexuales, y cuando los límites entre el sí y el no se respeten claramente, nuestro trabajo habrá finalizado.

China:
Justin Zhao Peng, que hoy tiene 16 años, recuerda vívidamente cómo su abuela solía preferirlo por sobre su prima cuando ellos la visitaban de pequeños. Lo llamaba aparte y le decía que él tendría más responsabilidades y sería más importante. Durante la celebración del Año Nuevo, ella le daba 300 yuanes más que a su prima.

Afganistán:
Todo el mundo debe recordar que no todas las mujeres de Afganistán usan burkas azules ni se dedican a pedir limosna por las calles, como suelen mostrar las fotografías. Esa imagen no se ajusta a la realidad. Las mujeres afganas podemos ser las mejores ingenieras, doctoras, juezas y maestras. Hacemos oír nuestra voz, nos dejamos ver y desempeñamos funciones muy importantes. Tenemos muchas cosas buenas que ofrecer si las condiciones son las adecuadas.


Imagen tomada de: 
Libia:
La consolidación de la paz no consiste únicamente en poner fin a la violencia, sino también en prevenirla. Para ello es necesario tener en cuenta a todos los grupos, todas las voces y todos los puntos de vista que existen en la sociedad. La juventud de Oriente Medio y el Norte de África, en particular las jóvenes, representa un elevado porcentaje de la población, por lo que desempeña un papel muy importante en la consolidación de la paz.

Gráfico: Julio César U. H., con datos de:  http://www.un.org/es/events/endviolenceday/




[1] Mensaje de la Secretaria General Adjunta de la ONU y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, para el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer 2018. En: http://www.un.org/es/events/endviolenceday/messages.shtml

lunes, 19 de noviembre de 2018


La biznieta de Manuel Mosquera Garcés

El perfil de Diego Luis Córdoba en Wikipedia no alcanza a ocupar una página tamaño carta, en letra de 12 puntos, a un espacio, y no llega a los 1.200 caracteres. Ramón Lozano Garcés, Adán Arriaga Andrade y Daniel Valois Arce no tienen perfil publicado en Wikipedia. En cambio, el perfil de Manuel Mosquera Garcés en la llamada Enciclopedia libre no solamente logra dar cuenta a quien lo lee de la vida y de la trayectoria del biografiado, sino que, además, ofrece al lector un elenco de fuentes verificables, como respaldo a la información; a diferencia del perfil de Córdoba, reducido hasta la insignificancia, incompleto e impreciso, y que evidentemente no se compadece en lo más mínimo con lo que fueron la vida y la trayectoria de este personaje de la historia nacional de Colombia y de la historia regional del Chocó.

Los personajes mencionados son cinco de los más egregios representantes de una generación admirable, que bogaron hacia el mismo lado para que el Chocó, celosa canoa en ríos procelosos, conociera mejores tiempos, aguas más serenas y cielos más tranquilos; así como aportaron, plenos de generosidad y ajenos a cualquier sentimiento vindicatorio, al crecimiento de Colombia, a pesar de las antonomásticas e históricas relaciones de exclusión e indiferencia de la nación con esta región.

“Mientras en el interior del país, especialmente en la ciudad de Bogotá, estaban en boga los discursos eugenésicos de personajes como el médico boyacense Miguel Jiménez López o el literato y sociólogo antioqueño Luis López de Mesa, quienes hablaron de “razas superiores” y “razas inferiores”, herencias biológicas o raciales negativas, cruces mestizos con elementos hereditarios dispares, degeneración de las razas, decadencia de la “raza colombiana”, taxonomía de las razas donde las de origen africano ocupaban el último lugar del escalafón, entre otras lindezas propias de estos discursos; del Chocó y otras localidades con población mayoritariamente negra, salieron jóvenes que buscaron a través de la educación un posicionamiento social. En el caso específico del Chocó, es reconocido un representativo grupo formado, entre otros, por Ramón Lozano Garcés —graduado en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad de Antioquia—, Diego Luis Córdoba —abogado, con estudios iniciales en Medellín y después en Bogotá, donde se graduó en la Universidad Nacional en 1932—, Manuel Mosquera Garcés —abogado de la Universidad Externado de Colombia—, Adán Arriaga Andrade —también abogado, graduado en la Universidad de Antioquia a finales de la década de 1920—, Daniel Valois Arce —otro abogado, graduado en la Universidad Nacional en la década de 1930—, quienes salieron a partir de la década de 1920, y luego de estudiar y graduarse ocuparon los espacios políticos, llegaron a la Cámara o al Senado, fueron ministros, entre otros importantes cargos locales —en Medellín— o nacionales —en Bogotá—“[1].

Vista la estatura moral, política e intelectual de prohombres como estos y el difícil entorno en el que dicha estatura creció, resulta anacrónico que -en plena era de la información, cuando todo se sabe y lo que no se sabe se inventa- sea casi imposible hallar en internet información confiable, clara, precisa y fundamentada sobre figuras públicas como ellos, cuyas vidas y obras trascendieron el ámbito comarcano para sembrar hitos en el campo nacional. Lo cual, más que un vacío, es un pecado de lesa historia.

En ese contexto, se encuentra próximo a ser publicado el proyecto denominado Estando en el medio. Archivo digital de Manuel Mosquera Garcés, de la Historiadora María Paula García Mosquera, desarrollado con el apoyo del Ministerio de Cultura a través de su Programa de Estímulos 2018, mediante la beca de Investigación en Humanidades Digitales de la Biblioteca Nacional; y de la Universidad de Brown, a través de su Centro de investigación de Humanidades Públicas y Patrimonio Cultural, donde la investigadora obtuvo este año su grado de Maestría en Humanidades Públicas.

Proyecto de Portada del Archivo Digital de Manuel Mosquera Garcés.
Cortesía: María Paula García Mosquera.

Si bien esta iniciativa se suma a los esfuerzos que varias entidades encargadas del patrimonio cultural en Colombia han adelantado para circular en formatos digitales sus colecciones documentales, tales como el Archivo Fotográfico y Fílmico del Chocó, en el país aún no existe una iniciativa local que presente fuentes de archivo de personajes afrocolombianos influyentes en el siglo XX”, anota García Mosquera en el texto de su proyecto[2]. De manera que la novedad del trabajo es que, cuando sea publicado (entre diciembre de 2018 y enero de 2019), el público en general podrá acceder, vía internet, a un repositorio digital de “documentos producidos por Manuel Mosquera Garcés (1907-1972) y registros de su labor como uno de los primeros líderes afrocolombianos en participar activamente en el gobierno nacional a mediados del siglo XX[3]. En una combinación de los casi 300 documentos que la investigadora recopiló del archivo personal y familiar de Mosquera Garcés (fotografías, cartas, discursos transcritos, manuscritos, recortes de prensa, etc.) y de aproximadamente 100 documentos que identificó en otros lugares, como el archivo sonoro de la Radio Nacional, la Biblioteca Nacional, la biblioteca de la Universidad Pontificia Bolivariana, la Universidad de Antioquia, y otros depósitos documentales. A través de un detallado trabajo de curaduría, el material fue inventariado y catalogado, conforme a estándares nacionales e internacionales en la materia; como base para el diseño y construcción del espacio digital en internet.

“La idea es crear un archivo digital donde se recogen no solamente los documentos que hacen parte del archivo familiar que he reunido, sino piezas o fuentes que he podido identificar en otros archivos que estuve visitando durante los dos últimos años. La idea es poder hacer una propuesta curatorial donde el usuario pueda encontrar, de acuerdo a las personalidades, por decirlo de alguna forma, que yo considero que refleja Manuel Mosquera Garcés; que ese usuario pueda entender esas personalidades a través de estos documentos. ¿Qué quiero decir con esto? En la concepción que yo tengo del archivo, es poder dividir esos documentos que he encontrado en tres facetas: la faceta de Mosquera Garcés como periodista, la faceta de Manuel Mosquera como intelectual, la faceta de Manuel Mosquera como político. Que en cada una de esas facetas la persona pueda encontrar escritos, discursos, fotografías de Mosquera Garcés… Cuando digo archivo digital, ¿qué es? El archivo digital es un espacio digital en internet, con acceso público, donde las personas, además de encontrar este archivo que acabo de describir, van a encontrar una especie de línea de tiempo donde estoy conectando la vida personal de Mosquera Garcés con sucesos de la historia regional y nacional, para poder ubicar su vida en su contexto más amplio y ver cómo su labor como político se conecta a eventos de la vida nacional y de la vida regional. Eso en particular es el producto que busco entregar, a través de la beca que me fue otorgada por el Ministerio de Cultura”[4].

María Paula García Mosquera junto al póster del Proyecto Archivo Digital de Manuel Mosquera Garcés,
que presentó en la Conferencia de Humanidades Digitales, DH2018, en Ciudad de México, a mediados del presente año.
Fuente: Cuenta de Twitter de Brown University's Center for Public Humanities: @publichumans.
Collage: elaboración propia de Julio César U. H.
Encontraremos allí fuentes primarias para entender, por ejemplo, cómo un abogado negro llegó a tener tanta influencia, a mediados del siglo XX, en las altas esferas del gobierno nacional, del Partido Conservador, de la Iglesia Católica, de las universidades en donde trabajó como profesor. Cómo llegó a ser un periodista tan destacado, que fue el primer director del periódico La República. Cómo fue posible que influyera en la vocación sacerdotal de Camilo Torres Restrepo y que fuera un católico tan apostólico y tan romano que alguna vez, refiriéndose a su hijo Marco Fidel, le contó a un periodista de La Patria: “Sabes? Mi hijo será el primer Obispo del Chocó. Seré feliz cuando le vea sobre su cabeza de rizos apelmazados la mitra episcopal, en el pecho un reluciente pectoral de oro chocoano, en la mano de ébano la amatista teologal. Seré feliz cuando le oiga decir: “Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo[5].

La oratoria de Manuel Mosquera Garcés era uno de los indicadores de su portentosa inteligencia y de su brillantez intelectual, como el brazo en alto fue su gesto distintivo de orador público.
Foto: Cortesía María Paula García Mosquera.
“Creo que la importancia de Manuel Mosquera Garcés es que, primero, es parte de esa generación que crece entre la periferia y el centro, a través de la política. Es también la voz de una intelectualidad chocoana que tiene eco en Bogotá y al tener eco en Bogotá pues tiene resonancia en lo que estaba sucediendo, en lo que podía suceder en el Chocó con las leyes y con todos los proyectos que se estaban haciendo… La concepción de Manuel Mosquera Garcés de la mujer chocoana…: él tenía mucho interés en que la mujer chocoana se educara…y como Ministro se empieza a interesar por la educación de la mujer… Mosquera Garcés fue parte también de esa lucha por la creación del Departamento del Chocó, junto a Diego Luis Córdoba, Valois Arce y otro montón de personajes. Mosquera Garcés y Córdoba eran grandes amigos y, como chocoanos, estaban mostrándose en bloque en el gobierno central, para poder trabajar por su tierra. Lo que yo he leído del Chocó como que muestra esa historia muy separada, como si no hubiera habido ningún diálogo entre ambos líderes; y lo digo en específico con Córdoba y con Mosquera Garcés, primero porque son contemporáneos y porque su carrera política transcurre de una forma paralela, solo que el uno es del partido liberal y el otro es el del partido conservador; ambos se muestran como desde posiciones muy distintas; pero, con objetivos muy similares…”[6].

María Paula García Mosquera es hija de la hija mayor del segundo hijo de Manuel Mosquera Garcés (Ernesto) con su esposa Emma Pardo Abondano. Por ello, aunque es fundamentalmente bogotana y a Quibdó solamente ha ido una vez, en curso de este trabajo; la acompañaron desde la infancia los relatos de la vida y la tierra de su bisabuelo, junto a palabras, dichos y pasteles chocoanos, a través de personas como su abuelo y su tía Imelda Velasco Mosquera, sobrina de Manuel Mosquera Garcés, hermana de Juancho, el Poeta del Atrato, quien era bastante parecido a su tío en los rasgos físicos. Y por ello, cuando estaba a punto de tesis de pregrado de Historia, en la Universidad de los Andes, María Paula pensó por primera vez en hacer un trabajo sobre Manuel Mosquera Garcés; pero, a una profesora le pareció que no era válido historiar a un conservador nacido en una tierra de liberales, y entonces a la joven estudiante no le quedó más remedio que desistir del trabajo. No obstante, la idea la siguió rondando, buscándola por todos los lados: una foto aquí, un documento allá, que familiares le mostraban y contaban a la única integrante de la familia con estudios de Historia…, hasta que, llegada a la Maestría, más de una década después de haber escrito el perfil de Manuel Mosquera Garcés que aparece en Wikipedia[7], pudo decidir por su propia cuenta y a su propio riesgo, que sí haría un trabajo sobre su bisabuelo y supo lo que quería hacer: plantear muchas preguntas alrededor de la figura de este humano público, más que dar las respuestas, no vaya y sea que a alguien se le ocurra que a una biznieta le falta objetividad.


“Para mí y para mi mamá fue como acortar distancias: uno pensaba que Quibdó quedaba superlejos y queda a 45 minutos. Entonces nos dimos cuenta cómo uno se deja afectar por un montón de percepciones que existen alrededor del Chocó… Llegar allá, ver la Carrera Primera, el mismo Parque del que tanto nos habían hablado, fue sorprendente; porque es como volver el relato realidad, como vivir el relato en carne propia. Y como que solamente el trato de las personas, porque la gente fue muy abierta y nos dio una bienvenida increíble, fue como entender mucho de lo que nosotros somos, siendo nosotros, mi familia, mi mamá y mis tíos y mis primos, bogotanos…pero, entonces entender las fiestas familiares, entender cómo nos tratamos, entender ciertas palabras que usamos, el pastel chocoano que nos comemos en la casa, mejor dicho… para mí, como historiadora, fue ir a la fuente primaria… Pude hablar con Ismael Aldana… con Gonzalo Díaz Cañadas, mostrándonos el archivo: para mí fue muy emocionante esa visita, pues en mi trabajo con la Fonoteca de la Radio Nacional había oído del archivo de la UTCH, entonces ver el trabajo increíble que están haciendo para recuperar la historia del Chocó desde las fuentes primarias como que me reafirmó la importancia del trabajo que yo estaba haciendo. Hablar con Ana María Arango, de la Corporaloteca... O visitar la Casa Museo del profesor Sergio Mosquera y ver esa otra cara de la historia mucho más centrada en África, y todo su trabajo que ha hecho alrededor del mismo Chocó, pero también de la historia política… Entonces fue conocer también qué se está haciendo en materia de trabajos históricos y archivísticos alrededor de la historia del Chocó. Para mí fue un honor y también fue abrir los ojos respecto a esos procesos que se dan en el espacio de referencia que yo tenía para mi proyecto y cómo yo puedo empezar a tener un diálogo con ellos… Mi proyecto lo que quiere ser es como una pieza adicional en esa variedad de iniciativas que se están haciendo en el Chocó, para poder contar el Chocó desde otras miradas, desde otras voces…sobre todo en este momento en que el Departamento está teniendo esa mirada, esa imagen pública más potente en el centro; pero, mostrarlo no como ese estereotipo del negro que baila en la fiesta…sino pensando en que es un departamento con historia, con historia muy complicada, con una historia increíble…, que también tiene otros momentos y uno de esos momentos de esa historia es donde Mosquera Garcés está ubicado y es donde quiero que este proyecto sea parte de esta conversación que se está dando”[8].

Manuel Mosquera Garcés (sentado en el segundo puesto, de derecha a izquierda) con Mariano Ospina Pérez
y otros líderes del partido conservador, s.f. Foto 15 del Archivo Digital de Manuel Mosquera Garcés.
Cortesía: María Paula García Mosquera.

Una vez puesto al aire, publicado o lanzado al ciberespacio, la administración, mantenimiento y sostenibilidad del Archivo Digital de Manuel Mosquera Garcés estará en manos de su autora, quien espera –en ese lapso- establecer una alianza con entidades como la Biblioteca Nacional o el Archivo General de la Nación o la Universidad Tecnológica del Chocó, para que el archivo repose en el sitio web de esas entidades y pueda migrar los contenidos al servidor de las mismas. “Y respecto al archivo físico, pues la idea es que una vez yo digitalice y tenga todos los documentos listos para poderlos subir al archivo digital, es donarlos a la Biblioteca Nacional; para que no se sigan perdiendo. Esto lo estaré terminando seguramente el año entrante, según los tiempos que la Biblioteca maneje para esta clase de trámites[9].

Antes de irse para París, a trabajar en el Consejo Internacional de Archivos, María Paula García Mosquera aspira a volver a Quibdó, en enero de 2019, para hacer una presentación pública del Archivo Digital de Manuel Mosquera Garcés y para ofrecer una conferencia sobre la importancia de los archivos, en coordinación con la Universidad Tecnológica del Chocó. Igualmente, si sus tiempos son propicios, quiere “hacer una especie de intervención en el Parque Manuel Mosquera Garcés, para que la gente que pasa por este espacio conozca más sobre este personaje. Y esa es un poco la idea de poner su nombre, con la pregunta: ¿sabes quién es Manuel Mosquera Garcés? Y tener esa discusión con los transeúntes, no solamente con cierta información del personaje ahí mismo, in situ, sino poderlos remitir al archivo, para que también el archivo se pueda socializar con personas de la región[10]; para empezar a suplir el vacío derivado del hecho de que en el parque que lleva su nombre no exista ningún elemento informativo que indique quién era Manuel Mosquera Garcés, este quibdoseño (nacido el 22 de junio de 1907) que fue Senador de la República durante casi doce años, Presidente del Congreso en un periodo y Vicepresidente del Senado, dignidad que ocupaba en el momento de su muerte (31 de enero de 1972); que fue Ministro de Trabajo y dos veces Ministro de Educación, cargo desde el cual materializó la creación del ICETEX, en su versión original, no bancaria, a partir de una idea de Gabriel Betancourt, el papá de Íngrid.

Manuel Mosquera Garcés con el cardenal Crisanto Luque Sánchez y el General Gustavo Rojas Pinilla en la inauguración de Radio Sutatenza (información de Ernesto Mosquera Pardo, hijo de Mosquera Garcés), s.f. Foto 1 del Archivo Digital de Manuel Mosquera Garcés. Cortesía: María Paula García Mosquera.

Conectando su trabajo como periodista de la prensa laica católica, como militante del partido conservador y como intelectual en la academia de la capital, con la historia del país y su región natal[11]; el Archivo Digital de Manuel Mosquera Garcés abre una puerta promisoria en cuanto a la construcción de nuevas narrativas sobre Afrocolombia, sobre Afrochocó, sobre su gente y sus territorios. Una puerta digital que facilita avanzar en el entendimiento de esta historia regional y nacional insuficientemente estudiada y contada; para superar unicidades y simplificaciones en cuanto a las versiones de la misma, para contextualizar cada hecho, por simple que parezca, y analizarlo desde miradas que atiendan su completitud y su complejidad…

“[Diego Luis] Córdoba también interpretó la pertenencia al Partido Liberal como la más coherente con la pertenencia racial. A este propósito, es significativa una anécdota, relatada por el intelectual y expolítico chocoano Libardo Arriaga Copete, sobre un diálogo entre Córdoba y el político conservador Manuel Mosquera Garcés, también “negro”, acerca de sus respectivas ideas políticas. Según el relato, Córdoba diría a Mosquera Garcés:

Es una lástima, Manuel, que tú, siendo negro, seas conservador: un liberal, José Hilario López, libertó a nuestros antepasados.[12]

Por su parte, Mosquera Garcés respondería:

Es que entre tú y yo hay una gran diferencia: es que tú eres un manumiso de José Hilario López y yo soy un redimido de San Pedro Claver.[13]

En este diálogo, Córdoba demuestra compartir la idea según la cual ser “negro” y conservador representaba una contradicción. Para él, el hecho de que el Partido Liberal hubiera abolido la esclavitud era suficiente para explicar la razón por la cual una persona negra se reconociera en su ideología.

Sin embargo, la respuesta de Mosquera Garcés demuestra que, más allá de la retórica, la adscripción partidista respondía a un complejo conjunto de factores, en el cual la pertenencia racial representaba un argumento importante, pero no el único”[14].


[1] González Escobar, Luis Fernando. Camilo Mayo Caicedo, el primer arquitecto “negro” de Colombia. En: Universidad Nacional de Colombia -150 años- / Renzo Ramírez Bacca, editor. -- Medellín: Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Humanas y Económicas, 2017. 353 páginas: ilustraciones. Pág. 31-49. Consultado en:

[2] García Mosquera, María Paula. Estando en el medio. Archivo digital de Manuel Mosquera Garcés. Becas de investigación en Humanidades Digitales de la Biblioteca Nacional de Colombia. 2018. 23 pp. (Documento suministrado por la autora para este artículo). Pág. 10.

[3] Ibidem. Pág. 12.

[4] Entrevista a María Paula García Mosquera, vía telefónica, 11 de noviembre de 2018.

[5] Chocó 7 días Edición N° 922, Quibdó, julio 26 a agosto 1 de 2013. EL CHOCÓ DE AYER: De la edición 2908 del periódico ABC (noviembre 5 de 1934). En:

[6] Entrevista a María Paula García Mosquera, vía telefónica, 11 de noviembre de 2018.

[7] María Paula García Mosquera escribió el perfil de Manuel Mosquera Garcés publicado en Wikipedia, en el marco del Día de la Afrocolombianidad 2017, que en ese año fue la primera vez que se celebró en la Casa de Nariño, con motivo del centenario del nacimiento de Diego Luis Córdoba, Adán Arriaga Andrade y Manuel Mosquera Garcés; celebración a la cual fueron invitadas las familias de los tres homenajeados. El perfil se puede leer en:

[8] Entrevista a María Paula García Mosquera, vía telefónica, 11 de noviembre de 2018.

[9] Entrevista a María Paula García Mosquera, vía telefónica, 11 de noviembre de 2018.

[10] Entrevista a María Paula García Mosquera, vía telefónica, 11 de noviembre de 2018.

[11] García Mosquera, María Paula. Estando en el medio. Archivo digital de Manuel Mosquera Garcés. Becas de investigación en Humanidades Digitales de la Biblioteca Nacional de Colombia. 2018. 23 pp. (Documento suministrado por la autora para este artículo). Pág. 12.

[12] Entrevista de Pietro Pisano a Libardo Arriaga Copete, 27 de agosto de 2008. En: Pisano, Pietro. Liderazgo político “negro” en Colombia 1943-1964. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Humanas. Departamento de Historia. 2012. 260 pp. (Biblioteca Abierta. Historia). ISBN: 978-958761-157-1. Pág. 121.

[13] Ibidem.

[14] Pisano, Pietro. Liderazgo político “negro” en Colombia 1943-1964. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Humanas. Departamento de Historia. 2012. 260 pp. (Biblioteca Abierta. Historia). ISBN: 978-958761-157-1. Pp. 120-121.

lunes, 12 de noviembre de 2018


El que no conoce su historia…

¿Cuántos de los centenares de quibdoseños que a diario se reúnen en el Parque Centenario saben por qué este se llama así y quién es César Conto Ferrer, aquel a quien Quibdó declara “su dilecto hijo”, según reza la inscripción en el templete donde está su busto, en la esquina noroccidental del parque, bajo el cual tantos se guarecen del sol y de la lluvia?

¿Saben quién es Manuel Mosquera Garcés aquellos que usan el parque que lleva su nombre como estación de preludio para sus rumbas de fin de semana, en la Zona Rosa de Quibdó; o aquellos que en diciembre lo colman para que sus niños disfruten de los arreglos navideños y de los juegos infantiles?

¿Saben los estudiantes quibdoseños, sus padres y madres, sus docentes y directivos, quiénes fueron exactamente los personajes con cuyos nombres están bautizadas instituciones educativas como Manuel A. Santacoloma, Rogerio Velásquez, Miguel A. Caicedo, Nicolás Rojas Mena, Lisandro Mosquera, Miguel Vicente Garrido, Ramón Lozano Garcés, Armando Luna Roa…?

Cuando cantamos el Himno del Chocó, ¿sabemos quiénes son “Carrasquilla y Mallarino, Holguín, Conto y Jorge Isaacs” y por qué “son tus hijos más gloriosos, intelectuales sin par”? ¿Tenemos claras las razones por las que “…en la gesta libertaria, Buch, Montalvo y muchos más eternizaron sus nombres, que la historia acoge ya"?

Foto: Julio César U. H., reproducción de una imagen incluida
en un Informe de la Prefectura Apostólica del Chocó (1925), archivo personal.
Es tan probable como lamentable que, en múltiples casos, la respuesta a las anteriores preguntas sea no. Así como es casi infructuosa la búsqueda de edificios, entidades o lugares de Quibdó y del Chocó que lleven nombres de mujeres, en homenaje a su memoria.

Para subsanar esos vacíos que no deberían existir si se pretende cultivar una identidad regional sólida y fundamentada en la memoria, existe la Historia como disciplina, como ciencia y como pasión; como relato veraz y crítico de los acontecimientos anteriores y actuales; como depósito material de las evidencias escritas, gráficas y sonoras de dichos acontecimientos; como compilación vívida de las voces que desde la oralidad saben del ayer y del presente, y conocen de memoria dónde, quién, cuándo, cómo y por qué.

Gonzalo Díaz Cañadas, Presidente
de la Academia de Historia del Chocó,
con el Gobernador del Departamento,
cuyo apoyo será decisivo para esta nueva etapa
de la Academia. Tomada de: @elmanducochoco
Por lo dicho, hay que saludar con alegría y complacencia la noticia de que el pasado 3 de noviembre, en el marco de la efeméride del septuagésimo primer aniversario de la creación del Departamento del Chocó, se haya reactivado la Academia de Historia del Chocó, luego de dos décadas de inactividad; bajo la Presidencia de Gonzalo Díaz Cañadas, experimentado periodista y connotado impulsor de la recuperación, cuidado y organización de importantes elementos del patrimonio histórico y cultural regional, que hoy reposan en la Universidad Tecnológica del Chocó Diego Luis Córdoba, por ejemplo en el Archivo Fotográfico y Fílmico del Chocó, ideado, estructurado y montado por Díaz Cañadas, con diversos apoyos de entidades estatales y con el auspicio permanente de la Universidad.

Precisamente, el grupo de profesionales e intelectuales chocoanos que han asumido su reactivación han considerado la posibilidad de “articular la Academia de Historia a un instituto que tiene la Universidad y que está también bastante decaído, que es el Centro de Estudios Afrocolombianos e Indígenas, que funciona en el Bloque 11, Edificio de Investigaciones, y que tenía destinado todo un piso para su operación. Con el tiempo, este centro también decayó; pero, se conservan aún unos espacios importantes que podrían servir de albergue a la Academia, como es el Centro de Documentación que tiene la Universidad en este sitio. Allí se encuentra localizada la Colección Chocó, que es la colección de escritores y autores chocoanos que posee la Universidad Tecnológica del Chocó y que la sacó de su biblioteca general para convertirla en una colección especializada. Pensamos que allí puede operar la Academia. Allí se encuentra también localizada la Hemeroteca del Chocó, la Hemeroteca Efraín Gaitán Orjuela, que hemos logrado organizar y que la conforman 65 periódicos regionales. Allí también se deposita parte del Archivo Fotográfico y Fílmico. Y recientemente hemos recibido todo el archivo de Codechocó. El Centro de documentación de Codechocó, que por muchos años funcionó en una sede especial, fue entregado recientemente a la Universidad Tecnológica del Chocó. Hay información allí también importante a partir de todo el proceso de reconstrucción de Quibdó, y del Chocó[1]; como lo explica, bastante animado, el nuevo Presidente de la Academia de Historia del Chocó.

Foto: Julio César U. H.,
reproducción de una imagen incluida en un Informe
de la Prefectura Apostólica del Chocó (1925),
archivo personal.
Si se concretara la articulación de la Academia de Historia del Chocó a la Universidad y esta la acogiera y la albergara del modo explicado por Díaz Cañadas; además de espacios de reunión y de trabajo individual, los académicos y sus aliados tendrían a la mano un completo elenco de archivos y fondos documentales básicos para el desarrollo de sus trabajos. A los cuales se sumarán próximamente el Centro de Documentación del Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico, IIAP, y la Colección Especial del Chocó Biogeográfico, que el Instituto heredó del Proyecto Biopacífico. Así como una colección especial que será estructurada con los archivos personales y familiares de Diego Luis Córdoba, los cuales serán donados a la Universidad por su hijo, Diego Córdoba Zuleta, a principios del año entrante: “fotografías, discursos, diplomas y algunas cosas que conserva su hijo, porque ya su biblioteca había sido donada al Congreso de la República[2].

Hacen parte de la Academia en esta nueva etapa el doctor Mario Serrato Valdés, quien fue elegido Vicepresidente. Él es un abogado chocoano, de Andagoya, que vive en Bogotá. Salomón García, Ingeniero Agrónomo, que fue Director de Incora acá, es el Secretario General. Dos profesores de la Universidad Tecnológica del Chocó: Sergio Antonio Mosquera, historiador, y Néstor Emilio Mosquera (Millo), que también viene trabajando en estos temas de investigación histórica. Ana Gilma Ayala Santos, historiadora de las fiestas de San Pacho. El profesor César Aguilar, de Bahía Solano. Y Diego Córdoba Zuleta, el hijo de Diego Luis Córdoba”.[3]

Con el propósito de obtener recursos que permitan materializar esta nueva etapa de la Academia de Historia del Chocó, sus directivos adelantarán gestiones ante la Gobernación del Chocó y sus secretarías de Cultura y de Educación; así como aspiran a establecer convenios con entidades como el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), la Biblioteca Nacional de Colombia, el Banco de la República y el SENA. Dichas gestiones se harán en el marco de un plan de acción que se articule a las políticas y escenarios públicos regionales en materia de historia y cultura, el cual será liderado por Víctor Hugo Moreno, Asesor Técnico de un colectivo de estudios históricos del Chocó, creado como unidad de apoyo por Augusto Cicerón Mosquera, quien fue el impulsor primigenio de la Academia y promotor de su actual revitalización.

Dentro de las actividades concretas, hemos identificado como prioritaria la convocatoria al
Tomada de: https://www.universocentro.com/portals/0/R84/limites1.jpg
Primer Encuentro de Profesores de Historia del Departamento del Chocó, profesores que estén vinculados a la educación media y superior en estas lides de historia; necesitamos identificarlos y tener con ellos la posibilidad de creación de una red de trabajo que permita trabajar con ellos y poderlos actualizar en materia de nuevos retos regionales en materia de historia política
[4]. Este encuentro está programado para julio de 2019 y serviría como punto de partida para dinamizar la creación de comités de historia en todos los municipios del Chocó, que es una de las acciones misionales de la Academia.

Aspira la Academia a revivir su Boletín, como órgano difusor de la producción académica de sus miembros, aliados e invitados. Igualmente, a realizar exposiciones itinerantes como la de Historia musical del Chocó, basada en un trabajo de Douglas Cújar Cañadas, con la participación de Elías Córdoba Valencia, Leonidas Valencia, Octavio Panesso Arango y Ramón Garcés Herazo; Istmina 190 años y Quibdó y su catedral, con el apoyo del Archivo Fotográfico y Fílmico del Chocó; y otra sobre patrimonio bibliográfico y documental, donde se expondrían ediciones originales o antiguas de libros chocoanos.

Hacer visible a la Academia de Historia del Chocó y posibilitar el acceso de la gente a sus acciones es otro gran propósito de sus directivos, en esta nueva etapa. Para ello, se aspira a contar con un sitio web y a hacer presencia en redes sociales; así como a contar con un nuevo logo para su identificación y posicionamiento.

Un ciclo de conferencias sobre diversos temas de historia regional complementará esa labor comunicativa y de proyección social de la Academia. Para lo cual se contará con aportes de Luis Fernando González Escobar, Arquitecto, Doctor en Historia, que es uno de los más reconocidos investigadores de temas chocoanos, con una conferencia sobre Camilo Mayo Caicedo, quien fue el primer arquitecto afrocolombiano del país; así como de otros conferencistas, tales como Alfonso Carvajal (sobre la Biblioteca del Darién), Alejandra Orozco y Gonzalo Díaz (sobre Patrimonio Audiovisual colombiano y chocoano); Carlos Valencia Garcés (acerca de la obra de Juancho Velasco, el Poeta del Atrato); y María Paula García Mosquera (Archivo digital de Manuel Mosquera Garcés e importancia de los archivos).

Esas y otras acciones de la Academia de Historia del Chocó siembran esperanza y nos hacen soñar con que un día sea un rotundo y verdadero sí la respuesta a todas las preguntas enunciadas al principio. Nos hacen soñar con que un día se develen y reconozcan las acciones de tantas mujeres chocoanas hoy invisibles. Nos hacen soñar con que un día haya, en el parque que lleva su nombre, aunque sea una placa que informe al transeúnte quién fue Manuel Mosquera Garcés.


[1] Entrevista telefónica a Gonzalo Díaz Cañadas, noviembre 09 de 2018.
[2] Ídem. Ibidem.
[3] Ibidem.
[4] Ibidem.