Recordando a Rogerio Velásquez
Rogerio Velásquez en Bogotá, 1957. Cortesía Corporación Cuenta Chocó "Rogerio Velásquez Murillo". |
Dicha resolución, firmada por Manuel José Casas Manrique como director del Instituto Colombiano de Antropología y por Francisco Márquez Yáñez como subdirector, va más allá del formalismo o del deber burocrático usuales en este tipo de documentos o actos administrativos, como los llaman en jerga oficial. Lejos de lo usual, es una pequeña biografía escrita con formulismos de Resolución, sobre un hombre grande de Colombia y del Chocó, redactada con notorio sentimiento de admiración, con evidente respeto profesional y con patente devoción de colegas plenamente conscientes de la trascendencia del trabajo al que Rogerio Velásquez dedicó su poco extensa, bastante intensa y muy prolífica vida.
La Resolución define al “Profesor Rogerio Velásquez Murillo” (así es llamado a lo largo de todo el documento) como “esclarecido pedagogo y hombre de letras e investigación, cuya esforzada y meritoria vida se presenta como ejemplo a las generaciones estudiosas del país”[2]; evocando la trayectoria académica, magisterial y profesoral de Velásquez, su admirable capacidad de escritura y su vasto recorrido temático y geográfico como etnólogo y antropólogo -un camino que recorrió con maestría y profesionalismo-, al igual que el contexto socioeconómico de su origen y su infancia, en la región del San Juan, Departamento del Chocó, en poblaciones históricas como su natal Sipí, Nóvita, Istmina y Condoto.
Así mismo, el documento expresa que Rogerio Velásquez “fue un distinguido exponente de la cultura nacional y se destacó en las disciplinas pedagógicas, etnohistóricas y literarias no menos que en otras ramas de las ciencias como la antropología y el folclor en cuyos campos realizó una fecunda y meritoria labor investigativa”[3]. Además de ser exaltada, esta labor es también ilustrada en la Resolución, de modo explícito y detallado: “…como fruto de sus pacientes investigaciones, el Profesor Velásquez Murillo dejó varias obras y escritos de importancia científica y literaria como "Rectificaciones al descubrimiento del Río San Juan", "La esclavitud en la María, de Jorge Isaacs", "El Folklore en la obra de Antonio José Restrepo", "La medicina popular en la costa colombiana del Pacífico", "Ritos de la muerte en la costa del Pacífico", "Instrumentos musicales de la costa del Pacífico”, "Vestidos de trabajo en el Alto y Bajo Chocó", "La fiesta de San Francisco de Asís en Quibdó", "Leyendas y cuentos de la raza negra", "Adivinanzas del Alto y Bajo Chocó", "Cantares de los tres ríos", "Gentilicios africanos del Occidente de Colombia", "Apuntes socio-económicos del Atrato Medio" y la novela "Las Memorias del Odio"[4].
De este modo, la Resolución mediante la cual el Instituto Colombiano de Antropología deploró el fallecimiento de Rogerio Velásquez Murillo, en enero de 1965, brinda al país un repaso completo de los alcances del trabajo de este investigador y escritor, resaltando con acierto su trabajo como pedagogo y sus aportes precursores y pioneros a la Etnohistoria, su enorme contribución al conocimiento de realidades históricas, culturales y etnográficas de los pueblos negros, que eran prácticamente ignotas, desconocidas e ignoradas por Colombia hasta que Rogerio Velásquez las investigó, las documentó y las publicó. Lo cual lo convierte en una especie de fundador de los estudios afrocolombianos en la antropología nacional. Como también lo anota la Resolución, “la mayoría de los trabajos enunciados anteriormente fueron publicados en las revistas del Instituto Colombiano de Antropología, institución a la que estuvo vinculado el Profesor Velásquez Murillo durante largo tiempo como antropólogo, Jefe de la Sección de Folclor y asiduo colaborador de la Revista Colombiana de Folclor”[5].
El documento incluye también un resumen de los cargos públicos que ocupó el gran investigador chocoano Rogerio Velásquez: Representante Suplente a la Cámara, Diputado a la Asamblea del Chocó, Director de Educación Pública del Chocó, catedrático de la Universidad Pedagógica Nacional de Tunja y de varios colegios del país, y Rector del más que centenario Colegio Carrasquilla de Quibdó, cargo que ocupaba cuando murió.
Finalmente, la Resolución del Instituto Colombiano de Antropología mediante la cual deploró el fallecimiento del invaluable intelectual chocoano Rogerio Velásquez Murillo expresa con tino total, en su último considerando, que “es un deber de las instituciones consagradas a esta suerte de disciplinas científicas reconocer los méritos de quienes en forma notoria y eficiente han contribuido a enriquecer el acervo de conocimientos etnohistóricos, antropológicos y folclóricos de Colombia”. Y, cuando uno lee esto, agradece al entonces director del actual ICANH por lo justo que fue; pero, también uno se pregunta: ¿Se han hecho en el Chocó suficientes y apropiados reconocimientos a la trayectoria intelectual de Rogerio Velásquez, a su papel como investigador, difusor y profesor de afrochocoanidad y afrocolombianidad? ¿Los muchachos y las muchachas de los colegios y universidades de la región saben realmente quién fue Rogerio Velásquez, han leído siquiera uno de sus trabajos…? ¿En las bibliotecas escolares y universitarias hay, aunque sea solamente uno, un libro de su autoría y el estudiantado sabe de su existencia y disponibilidad? … Quizás ya sea hora de que se instituya algo así como una Cátedra Rogerio Velásquez en las universidades del Chocó y que en los colegios se incluya tan siquiera uno de sus escritos en las lecturas de áreas como Lengua Materna o Ciencias Sociales. O, si esto les parece mucho a quienes podrían implementarlo, hay otra opción: establecer las llamadas Lecciones Inaugurales, con la vida y obra de Rogerio Velásquez como tema. O, por lo menos, conmemorar su natalicio y su fallecimiento, con el mismo fervor con el que se conmemora el día del maestro, habida cuenta del gran maestro que también Rogerio Velásquez fue.[6]
En su detallado trabajo sobre el Atrato Medio chocoano, Rogerio Velásquez dejó significativas aportaciones acerca de lo que actualmente se conoce como etnoeducación, currículos propios y otros conceptos asociados; así como sobre el papel del maestro, la importancia del contexto sociocultural y económico local en los procesos educativos, y el desfase entre las orientaciones curriculares oficiales del orden nacional y las culturas locales y regionales. Al respecto, un investigador colombiano ha concluido -refiriéndose a los aportes de Rogerio Velásquez sobre la educación en comunidades negras- que, “sin duda, su tenacidad, su fuerza argumentativa al explicar lo que la educación no debe ser para el caso de regiones con mayoría de población negra, insinúa, también, para este siglo, aquello que no debe faltar en la construcción de proyectos educativos endógenos que han de aplicarse en estos territorios[7]. De manera que, sin dudas, desde la perspectiva de Rogerio Velásquez, cuyo último trabajo en Quibdó fue precisamente en el campo educativo, como Rector del Colegio Carrasquilla, la educación no es un honor, es un derecho; y ser de una escuela o de un colegio, o pertenecer a una institución educativa (como se dice ahora), no es un honor, ni tiene por qué costar nada, en el sentido marcial que al honor a veces se le pretende dar.
Conocer la obra de Rogerio Velásquez debería contar como un deber de todo chocoano. Y el conjunto de sus textos, en Colombia, debería formar parte de la biblioteca básica de formación de todo estudiante de Antropología y disciplinas afines.[8]
¡Loor infinito a la memoria del Profesor Rogerio Velásquez Murillo!
[1] Ministerio de Educación Nacional, Instituto Colombiano de Antropología. Resolución Número 0001 de 1965 (ENERO 15). En: http://186.113.12.182/catalogo//dlfile.php?id=1297 Todas las citas son textuales; de modo que posibles omisiones de puntuación pertenecen al texto original.
[2] Ibidem. Artículo 1º.
[3] Ibidem. Considerando 2º
[4] Ibidem. Considerando 3º.
[5] Ibidem. Considerando 4º.
[6] Como parte de la Biblioteca de Literatura Afrolombiana, el Ministerio de Cultura publicó en 2010 una recopilación de trabajos de Rogerio Velásquez, bajo el título “Ensayos escogidos”. Puede obtenerse de modo gratuito en:
https://babel.banrepcultural.org/digital/collection/p17054coll7/id/16/rec/1
El prólogo de este libro fue publicado en El Guarengue el 2 de septiembre de 2019: https://miguarengue.blogspot.com/2019/09/tras-las-huellas-de-la-negredumbre.html
[7] Jorge Enrique García Rincón. El encuentro de Rogerio Velásquez y Manuel Zapata Olivella. La idea del maestro intelectual afrocolombiano. En: Afrodescendencias y contrahegemonías. CLACSO, 2019. 420 pág. Pp. 63-90.
En: https://www.jstor.org/stable/j.ctvt6rm7b.5?seq=1#metadata_info_tab_contents
[8] Ver
también en El Guarengue Rogerio Velásquez y su negredumbre:
https://miguarengue.blogspot.com/2019/08/efemerides-crepusculo-en-quibdo.html
Excelente articulo;bueno reivindicar a quien bien lo merece. Por allí es la cosa. Lascario Alberto Barboza Diaz
ResponderBorrarMuchas gracias, Lascario, por su comentario y por leer El Guarengue: exaltar los valores propios de nuestra región es uno de los propósitos del blog. Saludos.
BorrarLamento mucho como chocoano decirlo : otrora quedados y en plena era Láser dormidos, empecemos a mirar más allá del horizonte, y encontraremos al gran maestro Rogério Velázquez... creo,volaremos alto.
ResponderBorrarLamento mucho como chocoano decirlo : otrora quedados y en plena era Láser dormidos, empecemos a mirar más allá del horizonte, y encontraremos al gran maestro Rogério Velázquez... creo,volaremos alto.
BorrarPunche.
Lamento mucho como chocoano decirlo : otrora quedados y en plena era Láser dormidos, empecemos a mirar más allá del horizonte, y encontraremos al gran maestro Rogério Velázquez... creo,volaremos alto.
ResponderBorrarPunche
De acuerdo, Punche: gente nuestra, como el gran Rogerio Velásquez, nos deben inspirar para avanzar como región y como pueblo. Gracias por leer El Guarengue.
BorrarEste momento histórico de la humanidad en donde a fuerza nos ha tocado acelerar la era de la informacionalidad, es el propicio para exaltar y dar a conocer el legado de estos próceres. Congratulaciones por el recorrido histórico de esta Magna figura y que ojalá se rescate su obra tal como lo propones apreciado condiscípulo JUCEUH
ResponderBorrarSiempre ir a las raíces de la cultura popular dignifica, fortalece y empodera... gracias por compartir esta muestra de la obra del maestro Velázquez!
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