Réquiem por Gache
★Graciela Quejada Córdoba, Gache. FOTOS: 1-Alejandro Tobón Restrepo (reproducción JCUH). 2 y 3-Misioneros Claretianos. 4-Seglares Claretianas. |
Misionera y seglar claretiana
Duele en el alma la muerte de Gache, mujer íntegra y leal, servidora permanente de toda causa de la que pudiera derivarse un poco de paz o algo de bien para la gente. Por ello, precisamente, a su labor magisterial, Gache añadió su trabajo dedicado como parte del Equipo Misionero del Medio Atrato, fundado y guiado por el gran misionero claretiano y chocoano Gonzalo de la Torre, con quien compartió misión entre 1979 y 2016; así como su participación en escenarios festivos, litúrgicos, evangelizadores y culturales, como los comités de apoyo a la organización de las Fiestas de San Pacho, cuyas banderas homenajearon y cubrieron su féretro durante la misa de su sepelio, el lunes pasado, 19 de agosto, en la iglesia de la Loma de San Judas, en Quibdó, a cuya parroquia Gache siempre perteneció.
Gache fue misionera y seglar claretiana. Desde esta identidad, puso su vida en el compromiso cotidiano con la construcción de una nueva sociedad inspirada en el Evangelio de Jesús, en los postulados de amor y justicia de sus bienaventuranzas y de su vida pública; desde la perspectiva de servir siempre de modo oportuno, urgente y eficaz, como se lo inspiraba su vocación claretiana; y con la biblia, que estudió con dedicación y apasionamiento, hasta titularse en esta especialidad, como guía de su acción social y de la docencia universitaria y comunitaria… Gache acompañó a su mejor maestro de biblia, Gonzalo de la Torre, en la aventura precursora de la Universidad Claretiana: el Centro Bíblico Camino, donde fue “estudiante, maestra y artesana de la Muestra Bíblica”[1], la cual dio origen al Museo Bíblico Claretiano, que actualmente funciona en Medellín, coordinado por su creador, curador, organizador y autor de textos: Gonzalo de la Torre.[2]
Maestra
Gache fue maestra, recordada por varias generaciones de niñas, en la Escuela Anexa al Integrado Femenino y en la Escuela María Berchmans. En esta última se recuerda su férrea defensa del nombre de la monja en homenaje a quien fue bautizada la escuela, cuando se pretendió cambiarle el nombre por el de Pies descalzos; el argumento de Gache se basó en la gratitud, en la importancia de valorar el hecho de que aquella religiosa hubiera dedicado su vida entera al Chocó, en los campos de la salud y la educación… Como maestra, Gache no solamente desplegaba todas sus habilidades pedagógicas, sino también su calidez y cariño en el trato, su creativa docencia sin ínfulas de innovación, su promoción de ideas básicas de equidad y justicia entre su alumnado. “Fue mi maestra en la Anexa al IEFEM. Única e irrepetible, de aquellos docentes que nunca olvidaré”, escribió Libia Gómez Rentería, Comunicadora Social, de Quibdó.
Verseadora y cantora excelsa
Portadora y conocedora de las más representativas prácticas culturales de la afrochocoanidad, incluyendo la cocina tradicional, los relatos orales, la historia local, la música tradicional, la religión comunitaria y las fiestas patronales, al igual que los intríngulis de las redes de parentesco de la familia extensa; Gache era una cantadora notable de cantos fúnebres y celebrativos de la religiosidad popular afrochocoana; así como conocedora e intérprete insigne de todo tipo de ritmos regionales, cuyas letras sabía de memoria, como si tuviera una antología musical infinita en la cabeza y en el alma. De hecho, casi la totalidad de las letras de un cancionero que hicimos a principios de la década de 1990 en la Diócesis de Quibdó, en tiempos del obispado de su compadre Jorge Iván Castaño, las transcribimos -Raúl Céspedes y yo- a partir de sus versiones y las revisamos a partir de su memoria, que era el mejor estándar de curaduría posible en la materia.
Coplera diestra e ingeniosa, aguda y perspicaz, Gache era una repentista sinigual del verso atrateño de cuartetos octosílabos, en los cuales podía resumir desde anécdotas cotidianas hasta acontecimientos históricos regionales, como la historia del proceso de organización comunitaria en el Medio Atrato y de la Ley 70 de 1993. Sus versos, escritos siempre a mano, en letra clara y correcta, eran impecables a la hora de recoger clamores colectivos sobre asuntos críticos para la vida regional, como la defensa de los recursos naturales. Un ejemplo de esta capacidad inagotable de Gache es su Salve de la Naturaleza, compuesta hace unos veinte años y que en el 2006 fuera colectada y grabada en Quibdó por el investigador musical Alejandro Tobón Restrepo, quien la incluyó en un disco que formó parte de su trabajo de investigación etnomusicológica publicado en el libro “El río que baja cantando”[3]… Allí Gache canta junto a Elsy Becerra de Parra.
Se podría decir que no hubo evento eclesial y comunitario de importancia en el Vicariato y en la Diócesis de Quibdó que no contara con los aportes artísticos de Gache, con su preciosa voz y su querida presencia; así como no hubo proceso de reflexión y producción de materiales de educación popular y etnoeducación (cartillas, folletos, boletines) que no contara con su talento para el verso y su admirable capacidad de síntesis. Tuve el honor de conformar tríos copleros, tanto para producir materiales como por simple y llana diversión, con Gache y Gonzalo de la Torre, poeta innato de la chocoanidad. Un terceto al cual se unió, no pocas veces, otra coplera endiablada y más pícara que los tres juntos: Idalides Córdoba.
Gonzalo María de la Torre Guerrero, misionero claretiano chocoano, mentor, amigo y maestro de Gache. FOTO: Museo Bíblico Claretiano. |
En un bello texto de remembranza de Gache, que fue leído en su sepelio, Gonzalo de la Torre escribió: “No recuerdo ni cuándo ni por qué Gache empezó a llamarme con el emotivo apodo o sobrenombre de Corazón. Lo hizo hasta el día de su muerte. Yo se lo agradezco en el alma, pues sentirme parte del corazón de una mujer chocoana como Gache será siempre un privilegio inmerecido y un llamado a comprometerme más y más con el pueblo. Que Gache nos bendiga a todos desde el cielo y a todos nos convierta, por el compromiso, en verdadero pueblo”.
Por su parte, recurriendo al patrón de versos de los cantares populares atrateños, que Gache en vida tanto cultivó, el Padre Napo, Manuel Napoleón García Anaya, escribió:
“Catequista y promotora,
maestra muy servicial,
de corazón sin igual,
amiguera y conversona.
Con tu ternura infinita,
tú que fuiste alabadora,
e inspirada verseadora,
¡Vete al Reino, comadrita!”
Requiem aeternam dona eis, Domine
Quienes tuvimos la dicha de contar con su amistad y con ella trabajamos en jornadas tan llenas de compromiso como de camaradería y jovialidad, sabemos que Gache era tan cariñosa y querendona como enérgica y temperamental, que Gache era
una joya de admirable sencillez e infinita capacidad de afecto hacia los demás. Y que su amistad era un tesoro que uno guardaba con alegría y que siempre, sin falta,
le embellecía a uno la vida. Requiescat in pace.
[1] Facebook
Misioneros Claretianos Colombia-Venezuela.
https://www.facebook.com/cmfcolven/videos/2334118600313765?locale=km_KH
[2] Un recorrido virtual por esta monumental obra de conocimiento y sabiduría sobre la historia de la humanidad puede hacerse en: https://museobiblico.uniclaretiana.edu.co/
[3] Tobón Restrepo, Alejandro, y otros. El río que baja cantando. Estudio etnomusicológico sobre romances de tradición oral del Atrato medio. Universidad de Antioquia, Facultad de Artes. Primera edición: enero de 2015. 233 pp. Incluye disco compacto.
Excelente ser humano..El cielo se engalana con su llegada!!!!😔😔😔💔🌹
ResponderBorrarIsabel Cristina escribió: "Mi querida Gache, siempre en mi corazón; nuestro último abrazo se quedó guardadito en mi alma. Descansa en paz.
ResponderBorrarGracias, querido Jovencito, por compartirme este nuevo escrito sobre Gache.
ResponderBorrarLa verdad es que siempre supe que quería mucho a Gache, igual a mis demás compañeros y compañeras del equipo… No volver a ver a Gache, me produce mucha nostalgia. Quiero ver a Marthica, a Marujita, Genoveva, Aurorita, Justy, Gonzalo, Emiro y a Fredy. Sueño con abrazar a Juanita y a tantos compañeros del Medio Atrato… Obviamente a ti también te quiero ver.
Gloria Teresa Gómez
Mujer ejemplar con muchos rotes para compartir con todo el mundo, siempre feliz, con una sonrisa que transmitía confianza a las personas que se encontraba al pasar, que bella mujer chocoana, como ella quedan pocas. Dios la tenga en su morada. Gracias Gache por tu ejemplo de vida para el pueblo que te vio nacer, crecer y formarte en una gran mujer, gran líder para el universo, gracias por todo el compartir.Se que estás gozando de la presencia de Dios Padre y la compañía de José Óscar, gran Misionero Claretiano lleno de la gracia de Dios.
ResponderBorrarLos recordaré siempre