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renuncias memorables
Eladio Enrique
Martínez Chaverra
y Ramón Lozano
Garcés
Ahí, en Beté, que era entonces corregimiento del Municipio de Quibdó, nació en 1935 Eladio Enrique Martínez Chaverra, un ingeniero agrónomo que, además de ocupar con lujo de competencias casi todas las secretarías del gobierno departamental, fue dos veces gobernador encargado del Chocó: la primera, entre el 18 de septiembre y el 14 de diciembre de 1965, por nombramiento que le hizo el presidente Guillermo León Valencia y en reemplazo de Ricardo Eleazar Valencia; y la segunda entre el 11 de febrero y el 10 de marzo de 1977, por nombramiento que le hiciera el presidente Alfonso López Michelsen.
"Mi dignidad de chocoano me impone el deber de renunciar"
Corría noviembre de 1965 cuando una draga de la compañía minera Chocó Pacífico que adelantaba trabajos en inmediaciones de la población de Bebedó, en ese entonces corregimiento del Municipio de Istmina, ocasionó graves daños en suelos y cultivos de propiedad de campesinos de esta localidad, además de un deslizamiento de tierra que amenazaba con ocasionar daños aún mayores. Las autoridades tasaron los perjuicios en una suma de cuatrocientos mil pesos de la época ($400.000), equivalentes a unos cuarenta millones actuales; que la empresa minera debía pagar a los campesinos perjudicados.
Pero, la compañía minera se negó a pagar. Por lo cual, el Alcalde de Istmina ordenó la suspensión de las operaciones de la draga y contrató como apoderado del municipio al eminente abogado chocoano Ramón Lozano Garcés, quien conocía a fondo el modus operandi de esa empresa, ya que lo había venido estudiando y denunciando juiciosamente desde hace casi tres décadas; de modo que sabía de sus trapisondas y su contubernio con el Estado colombiano para explotar sin control ni contraprestaciones los metales preciosos de la provincia del San Juan y el Alto Atrato; un negocio cuyas utilidades eran tan jugosas que le alcanzaron a los accionistas para participar en la construcción del Madison Square Garden, de Nueva York.
Tal como lo narró con detalles el memorioso abogado y artista quibdoseño Américo Murillo Londoño[1], la Chocó Pacífico no solamente no pagó, sino que -valiéndose de la obsecuencia y el servilismo de funcionarios de los ministerios de minas y de gobierno- consiguió que el mismísimo Ministro de Gobierno, Pedro Gómez Valderrama, presionara de manera insistente al entonces gobernador encargado del Chocó, Eladio Enrique Martínez Chaverra, para que revocara la medida impuesta por el Alcalde de Istmina contra la empresa gringa.
“De la manera más respetuosa, reitero a usted, señor presidente, mis agradecimientos por conferirme el alto cargo y la digna misión de regir los destinos de mi tierra, sentimientos estos que hago extensivos al señor ministro de gobierno. Pero ante los últimos hechos relacionados con la movilización de la draga N° 6 de la compañía extranjera Chocó-Pacífico S. A., cuyo conocimiento y decisión del expediente estaba a cargo de este despacho, en virtud del recurso de renovación interpuesto por el doctor Juan Manuel Arbeláez, apoderado de dicha compañía, en el agotamiento del procedimiento gubernativo, creo que he quedado relevado de mis funciones como jefe de la administración pública seccional. Ante
la insólita e injurídica orden del gobierno nacional de poner en funcionamiento
la mencionada draga que está ocasionando serios y graves perjuicios al paraje
denominado Bebedó, jurisdicción del Municipio de Istmina, y a sus humildes
moradores, creo que se ha pretermitido el trámite legal en esta materia y no
puedo compartir ese criterio. Mi dignidad de chocoano y apasionado amante de
esta tierra me impone el deber de renunciar a la Gobernación del Chocó, que
ejerzo en calidad de encargado, para dejarle la libertad de escoger su
representante seccional. Quiero dejar constancia ante la historia que he mirado
con perplejidad este hecho que supedita a intereses particulares extranjeros los inalienables intereses de la comunidad chocoana. Ruego aceptar, señor presidente, mis más fervorosos votos por la feliz y exitosa culminación de su mandato”[2].
No era posible ser más claro, a menos que se tratara de Ramón Lozano Garcés, cuya denuncia pública de este hecho irregular e ilegal en favor de la empresa minera Chocó Pacífico quedó consignada para la historia en una carta titulada La Constitución pisoteada, dirigida al jefe liberal Carlos Lleras Restrepo, quien era candidato a la presidencia de la república por dicho partido y triunfaría en las elecciones de 1966, para ejercer como Presidente de Colombia entre 1966 y 1970.
Neftalí Mosquera Mosquera y Teresa Martínez de Varela, con el Gobernador Eladio Enrique Martínez Chaverra, en su despacho, en 1965. FOTO: Archivo fotográfico y fílmico del Chocó. |
La Constitución pisoteada
Cuando ocurrió este vergonzoso incidente de lesa soberanía, Ramón Lozano Garcés ya figuraba en la historia política y jurídica de Colombia como un jurista digno, sabio y audaz, tanto por sus ejecutorias legislativas, por su honradez y lealtad a los principios teóricos y doctrinales más avanzados en el Derecho de la época, como por la calidad de sus debates en el Congreso de Colombia y la de sus artículos en revistas académicas, libros y periódicos. De hecho, recién graduado como abogado, Lozano Garcés había escrito uno de los ensayos más significativos y valiosos dentro de la discusión del nuevo Código de Minas de Colombia, promovida por el presidente Alfonso López Pumarejo con el concurso de otra preclara mente chocoana, la de Adán Arriaga Andrade. Dicho ensayo fue publicado en la revista Estudios de Derecho, de la Universidad de Antioquia, en agosto de 1942[3].
Diez años antes del incidente de Bebedó, Ramón Lozano Garcés había asesorado jurídicamente al Municipio de Nóvita en sus reclamaciones contra la Chocó Pacífico por la sistemática y recurrente falta de pago del impuesto catastral a ese municipio. Esa actuación legal le había costado a Lozano Garcés una arbitraria e ilegal detención -orquestada por serviles funcionarios colombianos y abyectos funcionarios gringos de la empresa minera- que lo condujo temporalmente a la cárcel de Quibdó. Cárcel con honor, tituló Ramón Lozano Garcés su lúcido resumen de la situación que lo condujo a prisión.
Valiente y literalmente antiimperialista, desde sus primeros años de estudiante de Derecho en la Universidad de Antioquia en la década de 1930, Lozano Garcés había denunciado por todos los medios a su alcance los abusos y desafueros de los empresarios mineros gringos en el Chocó. De modo que su carta a Lleras Restrepo no era más que una reiteración, en un nuevo caso, de lo que tantas veces y durante tantas décadas este chocoano ejemplar le había mostrado a Colombia desde todos los escenarios públicos de la política y el gobierno, del ejercicio profesional del Derecho y de la cátedra universitaria.
He aquí la histórica carta, donde, además de la reiteración de sus principios morales y profesionales, de sus ideales liberales y de su compromiso social, Ramón Lozano Garcés resume lo ocurrido en Bebedó, incluyendo las irregulares actuaciones del gobierno nacional, y resaltando la dignidad del Gobernador del Chocó, Eladio Enrique Martínez Chaverra; así como renuncia a su candidatura como Senador principal por el Chocó y anuncia su voto por Lleras Restrepo para la presidencia de la república.
FOTO: Archivo fotográfico y fílmico del Chocó. |
Ejemplares y memorables
La renuncia a la Gobernación del Chocó por parte de Eladio Enrique Martínez Chaverra, así se tratara de un encargo temporal y no de un nombramiento definitivo; y la renuncia de Ramón Lozano Garcés a su candidatura al senado, a su participación en la escena pública y a su condición de apoderado legal del Municipio de Istmina en el pleito contra la Chocó Pacífico por los daños y perjuicios inferidos a la población de Bebedó; ambas motivadas por el abierto y venal favorecimiento del gobierno nacional hacia los intereses de esta empresa, son un ejemplo de dignidad y ética, dos cosas que hoy tanto echamos de menos.
Son dos renuncias literalmente memorables en el contexto de uno de tantos casos de violación de derechos y de usurpación de la soberanía nacional cometidos por la empresa Chocó Pacífico, emblema del enclave minero norteamericano en el Chocó, que saqueó la región durante medio siglo XX. De paso, le hacemos un homenaje anticipado a Ramón Lozano Garcés, de cuyo nacimiento se cumple el 111° aniversario el 24 de septiembre y de cuyo fallecimiento conmemoraremos 40 años el 22 de septiembre de 2023.
[1] Américo Murillo Londoño (2023). La Minera Chocó Pacífico y sus andanzas por Bebedó. El Manduco. https://elmanduco.com.co/2023/02/23/la-minera-choco-pacifico-y-sus-andanzas-por-bebedo-por-americo-murillo-londono-mis-memorias-movimientos-y-paros-sociales-en-el-choco-ii-parte/
[2] EL TIEMPO, 15 de diciembre de 1965. Renunció el Gobernador del Chocó.
[3] Ramón Lozano Garcés (1942). Crítica de la posesión en el proyecto de nuevo Código de Minas. Revista Estudios de Derecho. Órgano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia, agosto de 1942. Volumen 4, N°11. Pp. 201–228. https://revistas.udea.edu.co/index.php/red/article/view/334409/20790300
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