2 Crónicas del ABC
Fotos tomadas de: "Bodas de Plata Misionales de la Congregación de Misioneros Hijos del I. Corazón de María en el Chocó, 1909-1934. Quibdó". |
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Entre los antiguos existía la creencia de que ciertas mujeres tenían la facultad de pronosticar lo que había de suceder. A estas mujeres se las llamaba por los romanos Sibilas. De mayor poder que las profetisas, eran tenidas como oráculos y daban en el templo sus pareceres.
Nosotros aquí
en el Chocó también tenemos nuestra sibila de color canela cuyos pronósticos
son por cierto aterradores y espeluznantes. Su nombre es Valeriana, nació en el
caserío de Santa Rita de Iró y sus doce años cabales los ha pasado sumida en la
meditación y en un voluntario aislamiento. No habla con nadie y sólo a duras
penas, a fuerza de repetidas preguntas, suelta unas cuantas respuestas para
darnos a conocer pronósticos de colosales proporciones. Sus revelaciones
siempre las hace a los sacerdotes.
Según las revelaciones de la sibila, uno de los principales acontecimientos que se verificará del 5 de julio en adelante será una formidable inundación en los ríos Iró y Condoto. Según la sibila Valeriana, el río se saldrá de madre y hará grandes destrozos en las habitaciones, sementeras y demás propiedades situadas en las riberas de ese río. La afluencia de aguas en las cabeceras del citado río que nace gemelo con el Condoto, contribuirá también a desbordar este río que, al decir de la sibila, alcanzará a inundar toda la hoya, desde El Paso hasta su desembocadura en el San Juan. El agua del río Condoto, desbordado, subirá hasta la segunda grada del atrio de la iglesia de esta última población.
Para Condoto será muy desastrosa esta próxima inundación que se avecina. Es muy posible que toda la zona edificada en los terrenos de la isla sea arrasada por las aguas y para colmo de males destruido el elegante barrio colombo-italiano, cuyas lujosas construcciones son el ornato de la ciudad. Por lo visto, los que queden vivos irán a contar el cuento a Palestina, bajo San Juan, montados o encaramados en los techos de sus respectivas casas y con los patos, gallinas y chivos que logren salvar de la formidable embestida del río.
Mario Andrade FerroABC, Quibdó, julio 5 de 1930 Edición Nº 2230
Principiaron jugando a la "lucha chocoana" y terminaron a palo y navaja. La alcaldía investiga el asunto.
En la mañana de hoy fueron conducidos a la ciudad por un agente del inspector de policía de Pacurita dos hombres llamados Abraham Buenaños y Baldomero Romaña, ambos jóvenes de 20 a 22 años de edad, mostrando algunas heridas producidas con navaja y garrote. Nos dijo Belisario Buenaños, promotor del baile que se verificaba en su casa en la noche del sábado, que como a eso de las doce, y cuando él se hallaba de lo más despreocupado, los dos muchachos mentados, primos hermanos, se dieron a probar sus fuerzas en lucha romana (cosa del todo reprochable en esta clase de funciones y que todavía se acostumbra entre nuestros campesinos), en la cual sufrió una fuerte caída Baldomero, en donde según parece se produjo algunas heridas en la cara con una botella que se quebró en la caída.
Al levantarse de allí, ya no se trataba de un juego y Abraham tomó un palo que tenía a cierta distancia y se lo descargó a Baldomero en la cabeza, causándole una herida profunda y privándolo del conocimiento. Cuando los concurrentes vieron que se trataba de pelea en la propia sala en que danzaban alegremente y había uno sin sentido, intervinieron, pero precisamente cuando se levantaba Baldomero, armado de una navaja, y de un salto le corrió una fuerte cortada en la mejilla izquierda y otra en la pierna del mismo lado, ambas de alguna gravedad, máxime cuando sólo hoy fueron traídos a ponerlos en manos de los facultativos.
Julio, pudiste consultar si la Sibila tuvo razón con ese terrible augurio?.
ResponderBorrarAcostumbro a leer noticias y crónicas de ABC que publica desde hace años el periódico Chocó 7Dias. Por medio de esa lecturas evoco el Chocó y Quibdó del ayer.
Tienes razón, Rafa: en el ABC encontramos el ayer de nuestra tierra.
BorrarNo, no pude verificar qué tan acertada estuvo Valeriana.
Gracias Julio, valiosa información, la desconocía.
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