3 Chocoanas inolvidables
En
conmemoración del Día Internacional de la Mujer, El Guarengue rinde homenaje a
tres mujeres que fueron precursoras de la incursión profesional de la mujer
chocoana en el servicio público y en la política local, regional, nacional e
internacional; ámbitos en los que se destacaron por su inteligencia, talento,
pulcritud y responsabilidad. Tres mujeres cuyas vidas son una fuente de inspiración y merecen
todos los reconocimientos.
Dorila
Dorila Perea de Moore fue la primera mujer en ocupar el
cargo de Gobernadora del Chocó, en 1974, por nombramiento que le hizo el
entonces Presidente de la República Alfonso López Michelsen, a quien acompañó fervientemente durante su campaña presidencial. Dorila fue también Directora de
la Promotora de Vacaciones y Recreación Social, Prosocial, entidad del orden
nacional que fue suprimida y entró en liquidación en enero de 2001. Y fue
también la primera mujer negra en ejercer como Notaria en Bogotá, ciudad en
donde estudió Derecho, en la Universidad Libre, y donde nacieron dos de sus
hijos, pues los otros dos habían nacido en Medellín.
Dorila nació en Quibdó, el 5 de octubre de 1929. Su papá se
llamaba Arnubio Perea y su mamá Teotizte Córdoba, hermana de Diego Luis Córdoba.
Estudió primaria en el Colegio de La Presentación, en Quibdó; y se graduó como
Maestra en Medellín, Antioquia, en donde trabajó varios años en esa profesión.
Se casó con José Tomás Moore, un samario de ascendencia dominicana, con quien
tuvo cuatro hijos. Uno de ellos fue el primer negro en alcanzar el rango de
General de la Policía y siguió esta carrera en contra de la voluntad de sus
padres, quienes, luego de graduar un abogado, un odontólogo y un médico, no
estaban muy de acuerdo en que este hijo eligiera ser policía en lugar de seguir
una carrera liberal similar a la de sus hermanos. Incluso, cuando el General
Moore Perea llevaba apenas un mes en la Escuela de Policía, Dorila hizo el
último intento de disuadirlo: fue hasta la institución, pidió cita con el
Director y le comunicó que iba a retirar a su hijo; pero, este se negó a dejar
su recién comenzada carrera.
Como Gobernadora del Chocó, Dorila Perea de Moore sucedió a
Nicanor Mena Perea y antecedió a Manuel Barcha Garcés. En Quibdó es recordada
porque, cuando fue Directora de Prosocial, promovió la construcción del primer
centro recreativo al alcance de la gente. Así como en los municipios se le
recuerda por sus visitas como Gobernadora, que siempre fueron útiles para la solución
de problemas de la comunidad; y por su gestión para que el entonces aún
existente Idema (Instituto de Mercadeo Agropecuario) introdujera un barco para
el mercadeo de productos por los pueblos orilleros del Atrato y la Costa
Pacífica. Igualmente, por su amplia sonrisa y sus palabras siempre amables con
toda la gente, y porque le faltaron 15 votos para ser elegida senadora.
Luz Colombia
A nadie en el Chocó –ni en Colombia, quizás- se le debería
olvidar que fue Luz Colombia Zarkanchenko de González, como Gobernadora del
Chocó, cargo en el cual fue nombrada por el Presidente Julio César Turbay
Ayala, en 1978, quien suprimió por decreto un oprobio racista que se llamaba la
Fiesta del Indio, a instancias del Misionero Claretiano Gonzalo M. de la Torre
Guerrero, chocoano, que entonces acababa de ser nombrado Provincial de dicha
congregación en Colombia. Insidiosamente inducidos al consumo desenfrenado de licor, indígenas que habían sido traídos desde diversos lugares del Chocó, eran reunidos en el parque principal -al final de la semana santa católica- para convertirlos en reyes de burlas, mediante su participación en juegos y concursos; y para entregarles al final unas cuantas baratijas y regalos. La Gobernadora suspendió para siempre ese disparate.
Luz Colombia Zarkanchenko de González fue también Alcaldesa
de Quibdó, en 1971, como militante del movimiento liberal del Senador Ramón
Lozano Garcés. Había sido electa Representante a la Cámara por el partido
Liberal, cuando fue nombrada diplomática con el cargo de Primera Secretaria
encargada de Asuntos Culturales de la Embajada de Colombia en Varsovia. Estudió
lengua rusa y literatura soviética en la Universidad Lomonosov, con una beca
que obtuvo del gobierno soviético. También estudió Derecho, aunque no se graduó
de abogada; y un año de Antropología.
En sus propias palabras, así fueron los primeros años de su
vida:
[Mi padre] “era Jacobo Andrievich Zarkanchenko
Karapetoff, ciudadano de Ukrania; que controlaba en el ejército del Zar las
provisiones que salían de Georgia para Siberia. El de mi madre Saturia
Mosquera, chocoana, de Istmina. Nací el 3 de diciembre de 1931, en Istmina, un
pueblo capital de la provincia del San Juan, a la orilla del río del mismo
nombre en el Chocó. Mis estudios primarios los realicé en la Escuela Anexa de
la Normal de Señoritas de Istmina y dos más en la Normal para obtener el título
de Maestra Rural. Faltándome un año para terminar, el Señor Intendente del
Chocó me adjudicó una beca para continuar estudios en el Instituto Pedagógico
de Quibdó, la capital. Allí recibí el título de Institutora. Al año siguiente
de graduarme, en febrero, me casé con Emiro González, quien es médico. Trabajé,
mientras él hacía su carrera en Víllavicencio, como directora de la Escuela San
Femando, de esta ciudad. Allí estuve 4 años, donde me nacieron dos hijos; uno,
el mayor nació en Buenaventura, y el último en Bogotá donde trabajé también
como directora inauguradora de la Escuela Naciones Unidas. Luego pasé a
Buenaventura donde mi esposo ejercía como médico. En este lugar fui profesora
de español por un corto tiempo del colegio de señoritas Pascual de Andagoya,
fui presidenta de la escuela de folclor del Pacífico, cuyo director era el
folclorista Teófilo Potes. Fui integrante y Capitana del Cuerpo femenino de
Bomberos. Aquí llegué a vivir 9 años, al final de los cuales me trasladé a
vivir a Bogotá con mis hijos. En Bogotá, ejercí como profesora de segunda
enseñanza de literatura e historia en el colegio Theilard de Chardin. También
ejercí como Directora de la Corporación para el desarrollo de los pueblos del
Pacífico”[1].
Luz Colombia, a quien algunas personas llamaban La Rusa,
vive en Miami desde hace 25 años. Además de su trayectoria como maestra y
servidora pública, es poeta. Parte de su producción literaria fue incluida en
Antología de Mujeres Poetas Afrocolombianas, un volumen de la Biblioteca de
Literatura Afrocolombiana, publicado por el Ministerio de Cultura de Colombia,
en 2010.[2]
Chachi
A principios de marzo de 1984, Nazly Helen Lozano Eljure estaba
en Cali, cuando fue llamada de urgencia a Bogotá por el presidente Belisario
Betancur, quien la mandó a buscar en el avión presidencial para que –de inmediato-
se posesionara como Ministra de Justicia (encargada), en reemplazo del titular,
Rodrigo Lara Bonilla, de quien era Viceministra y quien hacía unas horas había
sido asesinado por las mafias del narcotráfico, que en ese momento asolaban al
país para presionar su no extradición a los Estados Unidos.
En su condición de Ministra (E), Nazly Lozano Eljure firmó
el Decreto 615 de 1984 (marzo 14 de 1984), por el cual se declaró turbado el
Orden Público y en Estado de Sitio el territorio de cuatro departamentos; así
como fue la encargada de gestionar la primera extradición de uno de los
narcotraficantes que lideraban esa actividad delincuencial en Colombia: Carlos
Ledher Rivas, conocido como el “rey de la cocaína”.
Nazly Lozano Eljure, a quien sus amistades cercanas y sus
parientes llaman familiarmente Chachi, nació en Condoto, de padre chocoano
(Mario Lozano) y de madre de ascendencia sirio-libanesa (Zureya Eljure). Su
hijo Mario Alberto Lleras Lozano es nieto del expresidente Alberto Lleras
Camargo.
Es Abogada de la Universidad Santiago de Cali (año 1966),
Especializada en Derecho de Familia y Derecho Penal. Se desempeñó como juez
penal y juez civil, en municipios del Chocó, en donde también fue Secretaria de
Educación durante la Gobernación de Manuel Barcha Garcés (1964). Fue la primera
Viceministra y Ministra Encargada de Justicia. También la primera congresista
afrodescendiente de Colombia, como Representante a la Cámara por el Departamento
del Chocó, por el partido conservador, en el año 1962. Fue presidenta de dicha corporación, en 1963.
Además, fue Representante del presidente Belisario Betancur
en la Comisión de Diálogos por la Paz y encargada de negocios de la Embajada de
Colombia en Noruega y en Suecia; Consejera Presidencial para la Equidad de la
Mujer; integrante del Comité Directivo -en representación de Colombia, en el
año 2000- de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), órgano
intergubernamental creado por la OEA en 1928 para asegurar el reconocimiento de
los derechos humanos de las mujeres en sus 34 estados miembros. Participó con
rango de Embajadora en la renegociación del Tratado de Extradición con Estados
Unidos de Norteamérica.
Chachi fue Señorita Chocó en el Concurso Nacional de Belleza
de Cartagena, en 1957, año en el que ganó Doris Gil Santamaría, de Antioquia,
quien renunció al año siguiente y fue reemplazada por la Virreina, Luz Marina
Zuluaga Zuluaga, quien posteriormente se convirtió en Miss Universo.
En el año 2002, frente a la infausta masacre de Bellavista
(Bojayá), expidió el siguiente comunicado[3]:
"Nazly Lozano Eljure, Consejera
Presidencial para la Equidad de la Mujer, como chocoana, condena enérgicamente
el genocidio perpetrado por las FARC en la población de Bellavista, municipio
de Bojayá. Expresa al pueblo chocoano su inmenso dolor por lo ocurrido y solicita,
tanto de las autoridades como de la población civil, la solidaridad con el
pueblo chocoano.
Me pregunto: ¿Qué mal le hemos hecho los
chocoanos, un pueblo sufrido, pobre y marginado, a la subversión, para que nos
arrasen como lo vienen haciendo de tiempo atrás, en poblaciones como: Juradó,
Tadó, Bagadó, El Carmen de Atrato, Sapzurro, Capurganá, Ríosucio y Bojayá, ¿por
segunda vez?
Lo más doloroso de toda esta situación es
la forma despiadada como los grupos violentos se siguen ensañando contra la
población más vulnerable e inerme de Colombia: los niños, las mujeres y los
ancianos".
En una entrevista de hace cuatro años, cuando le pidieron
aconsejar a las nuevas generaciones de mujeres, Nazly Lozano Eljure expresó, desde
su residencia en Cali: “a todas las mujeres afrodescendientes, mi consejo es
que estudien; porque el estudio es lo que lo saca a uno adelante. Si uno sabe
desempeñar el cargo, a uno no lo pueden discriminar. Entonces hay que estudiar
y prepararse cada día más”[4].
[1] Luz
Colombia Zarkanchenko. En: https://es.scribd.com/author/229964195/Luz-Colombia-Zarkanchenko
[2]
Este texto puede obtenerse en la Biblioteca Virtual del Banco de la República,
en: http://babel.banrepcultural.org/cdm/singleitem/collection/p17054coll7/id/15/rec/7
[3] Solidaridad
con pueblo chocoano pide Consejería para la Mujer. El País, mayo 06 de 2002.
En: http://historico.elpais.com.co/paisonline/notas/Mayo062002/solichoco.html
EXCELENTES RESEÑAS DE MUJERES QUE HAN SIDO OLVIDADAS POR LA HISTORIA.
ResponderBorrarHAY QUE VISIVILIZARLAS DESDE LA ESCUELA.
Mis felicitaciones a El Guarengue por sus escritos que aportan datos históricos del Chocó
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