lunes, 9 de marzo de 2020


3 Chocoanas inolvidables

En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, El Guarengue rinde homenaje a tres mujeres que fueron precursoras de la incursión profesional de la mujer chocoana en el servicio público y en la política local, regional, nacional e internacional; ámbitos en los que se destacaron por su inteligencia, talento, pulcritud y responsabilidad. Tres mujeres cuyas vidas son una fuente de inspiración y merecen todos los reconocimientos.


Dorila

Dorila Perea de Moore fue la primera mujer en ocupar el cargo de Gobernadora del Chocó, en 1974, por nombramiento que le hizo el entonces Presidente de la República Alfonso López Michelsen, a quien acompañó fervientemente durante su campaña presidencial. Dorila fue también Directora de la Promotora de Vacaciones y Recreación Social, Prosocial, entidad del orden nacional que fue suprimida y entró en liquidación en enero de 2001. Y fue también la primera mujer negra en ejercer como Notaria en Bogotá, ciudad en donde estudió Derecho, en la Universidad Libre, y donde nacieron dos de sus hijos, pues los otros dos habían nacido en Medellín.

Dorila nació en Quibdó, el 5 de octubre de 1929. Su papá se llamaba Arnubio Perea y su mamá Teotizte Córdoba, hermana de Diego Luis Córdoba. Estudió primaria en el Colegio de La Presentación, en Quibdó; y se graduó como Maestra en Medellín, Antioquia, en donde trabajó varios años en esa profesión. Se casó con José Tomás Moore, un samario de ascendencia dominicana, con quien tuvo cuatro hijos. Uno de ellos fue el primer negro en alcanzar el rango de General de la Policía y siguió esta carrera en contra de la voluntad de sus padres, quienes, luego de graduar un abogado, un odontólogo y un médico, no estaban muy de acuerdo en que este hijo eligiera ser policía en lugar de seguir una carrera liberal similar a la de sus hermanos. Incluso, cuando el General Moore Perea llevaba apenas un mes en la Escuela de Policía, Dorila hizo el último intento de disuadirlo: fue hasta la institución, pidió cita con el Director y le comunicó que iba a retirar a su hijo; pero, este se negó a dejar su recién comenzada carrera.

Como Gobernadora del Chocó, Dorila Perea de Moore sucedió a Nicanor Mena Perea y antecedió a Manuel Barcha Garcés. En Quibdó es recordada porque, cuando fue Directora de Prosocial, promovió la construcción del primer centro recreativo al alcance de la gente. Así como en los municipios se le recuerda por sus visitas como Gobernadora, que siempre fueron útiles para la solución de problemas de la comunidad; y por su gestión para que el entonces aún existente Idema (Instituto de Mercadeo Agropecuario) introdujera un barco para el mercadeo de productos por los pueblos orilleros del Atrato y la Costa Pacífica. Igualmente, por su amplia sonrisa y sus palabras siempre amables con toda la gente, y porque le faltaron 15 votos para ser elegida senadora.


Luz Colombia

A nadie en el Chocó –ni en Colombia, quizás- se le debería olvidar que fue Luz Colombia Zarkanchenko de González, como Gobernadora del Chocó, cargo en el cual fue nombrada por el Presidente Julio César Turbay Ayala, en 1978, quien suprimió por decreto un oprobio racista que se llamaba la Fiesta del Indio, a instancias del Misionero Claretiano Gonzalo M. de la Torre Guerrero, chocoano, que entonces acababa de ser nombrado Provincial de dicha congregación en Colombia. Insidiosamente inducidos al consumo desenfrenado de licor, indígenas que habían sido traídos desde diversos lugares del Chocó, eran reunidos en el parque principal -al final de la semana santa católica- para convertirlos en reyes de burlas, mediante su participación en juegos y concursos; y para entregarles al final unas cuantas baratijas y regalos. La Gobernadora suspendió para siempre ese disparate.

Luz Colombia Zarkanchenko de González fue también Alcaldesa de Quibdó, en 1971, como militante del movimiento liberal del Senador Ramón Lozano Garcés. Había sido electa Representante a la Cámara por el partido Liberal, cuando fue nombrada diplomática con el cargo de Primera Secretaria encargada de Asuntos Culturales de la Embajada de Colombia en Varsovia. Estudió lengua rusa y literatura soviética en la Universidad Lomonosov, con una beca que obtuvo del gobierno soviético. También estudió Derecho, aunque no se graduó de abogada; y un año de Antropología.

En sus propias palabras, así fueron los primeros años de su vida:

[Mi padre] “era Jacobo Andrievich Zarkanchenko Karapetoff, ciudadano de Ukrania; que controlaba en el ejército del Zar las provisiones que salían de Georgia para Siberia. El de mi madre Saturia Mosquera, chocoana, de Istmina. Nací el 3 de diciembre de 1931, en Istmina, un pueblo capital de la provincia del San Juan, a la orilla del río del mismo nombre en el Chocó. Mis estudios primarios los realicé en la Escuela Anexa de la Normal de Señoritas de Istmina y dos más en la Normal para obtener el título de Maestra Rural. Faltándome un año para terminar, el Señor Intendente del Chocó me adjudicó una beca para continuar estudios en el Instituto Pedagógico de Quibdó, la capital. Allí recibí el título de Institutora. Al año siguiente de graduarme, en febrero, me casé con Emiro González, quien es médico. Trabajé, mientras él hacía su carrera en Víllavicencio, como directora de la Escuela San Femando, de esta ciudad. Allí estuve 4 años, donde me nacieron dos hijos; uno, el mayor nació en Buenaventura, y el último en Bogotá donde trabajé también como directora inauguradora de la Escuela Naciones Unidas. Luego pasé a Buenaventura donde mi esposo ejercía como médico. En este lugar fui profesora de español por un corto tiempo del colegio de señoritas Pascual de Andagoya, fui presidenta de la escuela de folclor del Pacífico, cuyo director era el folclorista Teófilo Potes. Fui integrante y Capitana del Cuerpo femenino de Bomberos. Aquí llegué a vivir 9 años, al final de los cuales me trasladé a vivir a Bogotá con mis hijos. En Bogotá, ejercí como profesora de segunda enseñanza de literatura e historia en el colegio Theilard de Chardin. También ejercí como Directora de la Corporación para el desarrollo de los pueblos del Pacífico”[1].

Luz Colombia, a quien algunas personas llamaban La Rusa, vive en Miami desde hace 25 años. Además de su trayectoria como maestra y servidora pública, es poeta. Parte de su producción literaria fue incluida en Antología de Mujeres Poetas Afrocolombianas, un volumen de la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana, publicado por el Ministerio de Cultura de Colombia, en 2010.[2]


Chachi

A principios de marzo de 1984, Nazly Helen Lozano Eljure estaba en Cali, cuando fue llamada de urgencia a Bogotá por el presidente Belisario Betancur, quien la mandó a buscar en el avión presidencial para que –de inmediato- se posesionara como Ministra de Justicia (encargada), en reemplazo del titular, Rodrigo Lara Bonilla, de quien era Viceministra y quien hacía unas horas había sido asesinado por las mafias del narcotráfico, que en ese momento asolaban al país para presionar su no extradición a los Estados Unidos.

En su condición de Ministra (E), Nazly Lozano Eljure firmó el Decreto 615 de 1984 (marzo 14 de 1984), por el cual se declaró turbado el Orden Público y en Estado de Sitio el territorio de cuatro departamentos; así como fue la encargada de gestionar la primera extradición de uno de los narcotraficantes que lideraban esa actividad delincuencial en Colombia: Carlos Ledher Rivas, conocido como el “rey de la cocaína”.

Nazly Lozano Eljure, a quien sus amistades cercanas y sus parientes llaman familiarmente Chachi, nació en Condoto, de padre chocoano (Mario Lozano) y de madre de ascendencia sirio-libanesa (Zureya Eljure). Su hijo Mario Alberto Lleras Lozano es nieto del expresidente Alberto Lleras Camargo.

Es Abogada de la Universidad Santiago de Cali (año 1966), Especializada en Derecho de Familia y Derecho Penal. Se desempeñó como juez penal y juez civil, en municipios del Chocó, en donde también fue Secretaria de Educación durante la Gobernación de Manuel Barcha Garcés (1964). Fue la primera Viceministra y Ministra Encargada de Justicia. También la primera congresista afrodescendiente de Colombia, como Representante a la Cámara por el Departamento del Chocó, por el partido conservador, en el año 1962. Fue presidenta de dicha corporación, en 1963.

Además, fue Representante del presidente Belisario Betancur en la Comisión de Diálogos por la Paz y encargada de negocios de la Embajada de Colombia en Noruega y en Suecia; Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer; integrante del Comité Directivo -en representación de Colombia, en el año 2000- de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), órgano intergubernamental creado por la OEA en 1928 para asegurar el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres en sus 34 estados miembros. Participó con rango de Embajadora en la renegociación del Tratado de Extradición con Estados Unidos de Norteamérica.

Chachi fue Señorita Chocó en el Concurso Nacional de Belleza de Cartagena, en 1957, año en el que ganó Doris Gil Santamaría, de Antioquia, quien renunció al año siguiente y fue reemplazada por la Virreina, Luz Marina Zuluaga Zuluaga, quien posteriormente se convirtió en Miss Universo.

En el año 2002, frente a la infausta masacre de Bellavista (Bojayá), expidió el siguiente comunicado[3]:

"Nazly Lozano Eljure, Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer, como chocoana, condena enérgicamente el genocidio perpetrado por las FARC en la población de Bellavista, municipio de Bojayá. Expresa al pueblo chocoano su inmenso dolor por lo ocurrido y solicita, tanto de las autoridades como de la población civil, la solidaridad con el pueblo chocoano.

Me pregunto: ¿Qué mal le hemos hecho los chocoanos, un pueblo sufrido, pobre y marginado, a la subversión, para que nos arrasen como lo vienen haciendo de tiempo atrás, en poblaciones como: Juradó, Tadó, Bagadó, El Carmen de Atrato, Sapzurro, Capurganá, Ríosucio y Bojayá, ¿por segunda vez?

Lo más doloroso de toda esta situación es la forma despiadada como los grupos violentos se siguen ensañando contra la población más vulnerable e inerme de Colombia: los niños, las mujeres y los ancianos".

En una entrevista de hace cuatro años, cuando le pidieron aconsejar a las nuevas generaciones de mujeres, Nazly Lozano Eljure expresó, desde su residencia en Cali: “a todas las mujeres afrodescendientes, mi consejo es que estudien; porque el estudio es lo que lo saca a uno adelante. Si uno sabe desempeñar el cargo, a uno no lo pueden discriminar. Entonces hay que estudiar y prepararse cada día más”[4].



[2] Este texto puede obtenerse en la Biblioteca Virtual del Banco de la República, en: http://babel.banrepcultural.org/cdm/singleitem/collection/p17054coll7/id/15/rec/7

[3] Solidaridad con pueblo chocoano pide Consejería para la Mujer. El País, mayo 06 de 2002. En: http://historico.elpais.com.co/paisonline/notas/Mayo062002/solichoco.html

2 comentarios:

  1. EXCELENTES RESEÑAS DE MUJERES QUE HAN SIDO OLVIDADAS POR LA HISTORIA.
    HAY QUE VISIVILIZARLAS DESDE LA ESCUELA.

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  2. Mis felicitaciones a El Guarengue por sus escritos que aportan datos históricos del Chocó

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Sus comentarios son siempre bienvenidos. Gracias.