lunes, 26 de noviembre de 2018


16 Historias de lucha
contra la violencia de género
Homenaje a la libertad recobrada. Ilustración digital de Julio César U. H., a partir de collage de fotos.
A partir de ayer, 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, se lleva a cabo en todo el mundo la campaña 16 Días de activismo contra la violencia de género, a través de la cual el Secretario General de la ONU, ONU Mujeres y organizaciones feministas internacionales buscan impulsar acciones que contribuyan a poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo.

El Guarengue les ofrece 16 historias, reales y bastante inspiradoras, de lucha para eliminar todas las formas de violencia contra la mujer, en las palabras y desde la perspectiva de sus propias protagonistas. Son textos breves, seleccionados del sitio web de ONU Mujeres, organización que los recopiló en comunidades y ciudades de las regiones de Asia y el Pacífico, Estados árabes y África del Norte, África, Europa y Asia Central, Latinoamérica y el Caribe.

Señora Phumzile Mlambo-Ngcuka,
Secretaria General Adjunta de la ONU
y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres.
Fue la primera mujer en ocupar
el puesto de Vicepresidenta de Sudáfrica
de 2005 a 2008. Foto: Marco Grob. 

Tomada de ONU Mujeres: 
Es un llamado a escuchar y a creer a las personas sobrevivientes, a poner fin a la cultura del silencio y a que nuestra respuesta tenga como centro de atención las personas sobrevivientes. Se debe dejar de cuestionar la credibilidad de la víctima y en su lugar hay que centrarse en la rendición de cuentas del agresor[1], anota la Secretaria General Adjunta de la ONU y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, en su Mensaje para el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer 2018; cuya lectura es también recomendable.

En nuestros entornos familiares, laborales y sociales, quizás podamos escuchar y atender este llamado. 
Aquí van, pues, las historias.

Kirguistán:
Según un reciente estudio, en Kirguistán, en 1 de cada 5 matrimonios se secuestra a la novia, una práctica tradicional que permite a los hombres del país elegir a la mujer con la que quieren casarse y organizar su secuestro. La novia no tiene voz ni voto en la decisión.

Moldavia:
Entre muchas mujeres existe un mito persistente de que la violencia es un asunto privado. Debemos luchar contra la idea de que lo que ocurre en la familia se queda en la familia. Este es el motivo por el cual las mujeres continúan aceptando y soportando esta violencia. (http://www.unwomen.org/es/news/stories/2018/11/from-where-i-stand-ina-gardinaru)

República Democrática del Congo:
Lo peor de todo es que después de que me curaran y saliese del hospital, mi propia comunidad me rechazó porque me habían violado. La gente me miraba de una manera rara, y cuando volví a la escuela me dijeron que debía sentarme en la última fila y siempre dejaban dos asientos vacíos entre el resto de la clase y mi pupitre.

Kenia:
El camino hacia la justicia para las sobrevivientes de la violencia de género y la violencia sexual a menudo es muy solitario. Tienen que enfrentarse a numerosas dificultades, lo que incluye volver a asumir el papel de víctima al revivir su horrible caso una y otra vez como resultado de un largo proceso judicial que puede durar años. Es muy importante que durante esta experiencia haya personas que te acompañen.

 
Imágenes tomadas de:
Unión Africana:
Una de cada tres mujeres de África se casa antes de cumplir los 18 años, y de los 30 países en los que existe una mayor prevalencia de la mutilación genital femenina, 28 están en África. La desigualdad entre sexos, profundamente arraigada, las creencias culturales establecidas y la pobreza potencian esta nociva práctica. En muchas zonas, los hombres y las mujeres que lideran las comunidades tradicionales y religiosas y que realizan, promueven o defienden el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina son los garantes de estas prácticas. Por lo tanto, también pueden convertirse en las figuras aliadas más poderosas para erradicarlas.

Liberia:
Tenemos que informar sobre este tema e informar bien, porque las familias y comunidades siguen encubriendo, protegiendo a quienes agreden en lugar de [proteger] a las víctimas de la agresión. Cuanto más informemos sobre estas noticias, más personas se concienciarán y antes podremos empezar a romper el círculo de la violencia contra las mujeres y las niñas. (http://www.unwomen.org/es/news/stories/2018/11/in-the-words-of-bettie-johnson-mbayo)

Camerún:
Las dificultades por las que atravesé me hicieron ver que el reto principal reside en el carácter patriarcal de nuestra sociedad. La discriminación por motivos de género y la violencia contra las mujeres están arraigadas en nuestra cultura y religión. En nuestra zona, la religión y la cultura están íntimamente entrelazadas, y los hombres utilizan la religión con fines personales y para marginar a las mujeres. Esencialmente, las mujeres no gozan del mismo reconocimiento ni trato que los hombres. Los hombres piensan que la violencia es normal, y que las mujeres deben aceptar el maltrato.  
(http://www.unwomen.org/es/news/stories/2018/11/in-the-words-of-aissa-doumara-ngatansou)

México:
En 2014, entró una administración municipal que decía que las mujeres no debíamos participar en la vida pública. Pero nosotras, como mujeres, persistimos, elevando las preocupaciones de nuestra comunidad a la municipalidad. Asistimos a una asamblea en diciembre de 2014; la mayoría éramos mujeres. Allí llegó la emboscada y fuimos atacadas por hombres de la administración municipal.

Guatemala:
Berta Antonieta Bustamante caminaba hacia la escuela un día, con apenas 11 años, cuando un hombre pasó detrás de ella y la toqueteó. “No pude hacer nada”, recuerda. “Quienes no podemos usar nuestra voz ni siquiera podemos oponernos”. Berta Antonieta Bustamante es sorda y no puede hablar.

Ilustración de la campaña #HearMeToo (#EscúchameTambién) de ONU Mujeres. Imagen: ONU Mujeres.
http://www.un.org/es/events/endviolenceday/assets/img/featured-image-sgmessage.jpg

América Latina:
Actualmente, América Latina es la primera región mundial en puestos locales y parlamentarios ocupados por mujeres. Sin embargo, para conseguir la participación política hay que hacer frente a un clima creciente de violencia e intimidación contra las mujeres en la política. 

Jamaica:
Durante nueve años trabajé para una familia de cuatro personas en Kingston. Como quería estudiar, me inscribí en la escuela nocturna. Sin embargo, yo era una trabajadora doméstica interna y mis empleadores pensaban que no tenía que tener tiempo para mí misma. Un día, al regresar de la escuela por la noche, me encontré con la puerta cerrada. Pulsé el timbre, llamé a la puerta, pero no abrieron. Tuve que dormir en la caseta del perro. Esto sucedió varias veces. (http://www.unwomen.org/es/news/stories/2017/4/from-where-i-stand-shirley-pryce)

India:
En India, las mujeres boicotean las bodas en las que las novias son menores de edad. En cinco estados de la India rural, miles de mujeres se han unido a los grupos de mujeres que se han creado y que utilizan todo tipo de recursos, desde protestas hasta ceremonias de promesas, como parte de un programa de prevención de la violencia para mujeres pertenecientes a minorías étnicas...

Tailandia:
Únicamente cuando todas las personas tailandesas se sientan empoderadas para decir sí o no a las relaciones sexuales, y cuando los límites entre el sí y el no se respeten claramente, nuestro trabajo habrá finalizado.

China:
Justin Zhao Peng, que hoy tiene 16 años, recuerda vívidamente cómo su abuela solía preferirlo por sobre su prima cuando ellos la visitaban de pequeños. Lo llamaba aparte y le decía que él tendría más responsabilidades y sería más importante. Durante la celebración del Año Nuevo, ella le daba 300 yuanes más que a su prima.

Afganistán:
Todo el mundo debe recordar que no todas las mujeres de Afganistán usan burkas azules ni se dedican a pedir limosna por las calles, como suelen mostrar las fotografías. Esa imagen no se ajusta a la realidad. Las mujeres afganas podemos ser las mejores ingenieras, doctoras, juezas y maestras. Hacemos oír nuestra voz, nos dejamos ver y desempeñamos funciones muy importantes. Tenemos muchas cosas buenas que ofrecer si las condiciones son las adecuadas.


Imagen tomada de: 
Libia:
La consolidación de la paz no consiste únicamente en poner fin a la violencia, sino también en prevenirla. Para ello es necesario tener en cuenta a todos los grupos, todas las voces y todos los puntos de vista que existen en la sociedad. La juventud de Oriente Medio y el Norte de África, en particular las jóvenes, representa un elevado porcentaje de la población, por lo que desempeña un papel muy importante en la consolidación de la paz.

Gráfico: Julio César U. H., con datos de:  http://www.un.org/es/events/endviolenceday/




[1] Mensaje de la Secretaria General Adjunta de la ONU y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, para el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer 2018. En: http://www.un.org/es/events/endviolenceday/messages.shtml

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