Carlos
Arturo Truque
Tan largos sus frutos como corta su existencia
“Al
hablar de Carlos Arturo Truque tenemos que empezar diciendo que estamos
enfrentados a un excelente narrador. A un maestro del cuento”[1].
// …Yo pienso que, a partir de la
cuentística de Truque, el cuento se vigoriza y se airea mucho en el contexto de
la literatura colombiana… Truque se perfilaba como el García Márquez del
Pacífico colombiano; sino que, infortunadamente, la muerte lo visitó muy
temprano y solamente tuvimos la oportunidad de conocer un volumen de cuentos de
este autor” [2].
Gabriel García Márquez y Carlos Arturo Truque. Tomada de: https://narrativabreve.com/2016/04/cuento- de-carlos-arturo-truque-vivan-los-companeros.html |
La primera vez que se ganó un concurso
literario, Gabriel García Márquez le ganó a un escritor chocoano, nacido en
Condoto, quien obtuvo el tercer premio. Carlos Arturo Truque Asprilla se
llamaba este escritor, de cuyo natalicio se cumplen 91 años este 28 de octubre
y cuya vida, tan corta como intensa, transcurrió en Condoto, Cali, Popayán,
Buenaventura y Bogotá. A pesar de lo corta que fue su vida, este condoteño ha
sido considerado, en los estudios literarios colombianos, como todo un maestro
del cuento; así como se ha reconocido ampliamente su contribución al desarrollo
en Colombia de dicho género, que en aquellos tiempos estaba recién afincado
entre los maestros de la narrativa norteamericana, de la cual se nutrió toda
una generación de escritores colombianos. “Mi
padre fue un escritor de una existencia muy corta, de 42 años, que ha dejado un
legado en veintiséis cuentos que enaltecen la cuentística colombiana por la
calidad de sus textos, que si uno los ve ahora parece que hubieran sido
escritos en este momento”, dice una de sus hijas, la escritora Sonia
Nadezhda Truque.[3]
Actuando como jurados del Concurso de Cuento
de la Asociación de escritores y artistas de Colombia, en julio de 1954,
Hernando Téllez, Rafael Maya, Próspero Morales Pradilla, Daniel Arango y José
Humberto García, otorgaron el primer premio a Gabriel García Márquez, por su
cuento Un día después del sábado[4];
el segundo premio a Guillermo Ruiz Rivas, por su cuento Por los caminos de la
muerte[5];
y el tercer premio a Carlos Arturo Truque, por su cuento Vivan los compañeros[6].
“Dentro
de sus respectivas características, modalidades y tendencias, cada uno de estos
cuentos es excelente”[7],
anota el jurado y presenta en su informe una valoración de cada uno de los tres
escritores y cuentos premiados. A García Márquez lo reconoce como un “magnífico escritor… […] (con) una notoria
habilidad literaria y un estilo lleno de aciertos, de sobria belleza”, así
como resalta su originalidad, su propósito artístico y su sentido estético; sin
embargo, le encuentra “una pequeña falla
que en nada invalida el mérito real del cuento”. A Ruiz Rivas lo identifica
en línea de continuidad con el costumbrismo nacional y antioqueño de la época; con
la diferencia de que el autor introduce en su cuento el “hecho político-social contemporáneo de la violencia”. Sobre el
trabajo de Truque, anota el jurado: “El
tercer cuento “Vivan los compañeros”, [es] si así podemos decirlo un término
medio entre la novedad literaria del señor García Márquez y el tradicionalismo
del señor Ruiz Rivas. El cuento del señor Truque es casi una narración, pero
con un acierto de síntesis y de ritmo. El estilo es hermoso y sencillo. El
fenómeno de la violencia política también, como en el cuento del señor Ruiz
Rivas, constituye el trágico fondo. En unos pocos trazos queda definida la
psicología de los hombres sometidos a la dura prueba de la crueldad”[8].
Carlos Arturo Truque Asprilla nació en
Condoto, el 28 de octubre de 1927, y murió en Buenaventura, el 8 de enero de
1970, a la edad de cuarenta y dos años, dos meses y once días. Su hija Sonia cuenta
que su papá era “hijo de Sergio Isaac
Truque Müller y Luisa Asprilla; su madre era afrodescendiente del Pacífico
colombiano, mientras su padre era hijo de alemanes que habían llegado al Chocó
como mineros para la explotación de platino”[9].
En su famoso ensayo autobiográfico La Vocación y el medio. Historia de un
Escritor, el propio Truque se refiere al contexto de su nacimiento:
“Nací
en la era mecánica, en un pueblo que la desconocía. Cualquier pueblo de
Colombia, de esos que se quedan en un remanso de la civilización y que
conservan como tesoro más preciado lo elemental de la existencia. Hasta mis
ocho años no conocí la barrera que separaba a unos seres de otros. Como el
pueblo era pobre, nadie pensó nunca que la riqueza era un factor para brillar y
valer más que los que no la poseían. Siendo un pueblo de negros, nadie imaginó
que las diferencias de pigmentación pudieran abrir abismos insalvables y ser
usadas para establecer la dominación y el repudio sobre quienes se consideraron
inferiores. Vine, si así puede decirse, limpio a la vida”. [10]
Siendo Truque muy niño, su familia se traslada transitoriamente a
Buenaventura, donde empieza sus estudios de primaria y “donde su padre se dedicó al comercio, llegó a ser un hombre próspero y
se convirtió en líder político conservador”[11].
Posteriormente, contado por el propio Truque, “desde el pueblo fui trasladado a Cali, que por entonces comenzaba a tener
aires de gran ciudad, y matriculado en la escuela pública de San Nicolás… Me
gustaba estudiar y me destaqué muy pronto como uno de los mejores alumnos de la
escuela. Hacía, cuando sucedió lo inesperado, el tercer grado elemental”[12].
Lo inesperado a lo que Truque se refiere es la vivencia del primer acto de
racismo explícito y estructural en su contra, a la temprana edad de ocho años;
el cual fue protagonizado por “el
mequetrefe de mi maestro”, que “nos
endilgaba…sus buenos discursos sobre el nacionalsocialismo (España estaba en
plena Guerra Civil), muy adobados con comprensibles capítulos de Mi lucha”[13].
Inexplicablemente para Truque, que era el mejor alumno de su clase, el mismo
profesor que así lo había reconocido le decretó reprobado el año. La situación
fue vilmente rematada por el papá del condiscípulo menos aprovechado de su
clase, quien le dijo a la acudiente de Truque que este era un “negro sinvergüenza”, una porquería que no iba a servir para nada
y que lo pusiera a trabajar. Este hecho, que “trajo consecuencias irreparables”[14]
está narrado in extenso en el ensayo que sobre el particular hemos citado.
Truque “comienza
sus estudios de bachillerato en Cali, en el Colegio de Santa Librada, con el
apoyo de su tío Elcías Truque”; y los
culmina en el Liceo de la Universidad del Cauca, universidad donde “comenzó la carrera de
ingeniería, de la que solo cursó un año dado que no era su vocación sino la
decisión de su padre. Su determinación de no terminar sus estudios lo condujo a
un largo rompimiento con su progenitor, que era bastante rígido y autoritario
con sus hijos”[15].
Es entonces, ahí en Popayán, donde Carlos
Arturo Truque confirma y elige su vocación literaria, publicando sus primeros
trabajos en revistas estudiantiles y en el periódico El Liberal; así como
confirma y elige su vocación política, como un correlato de la vida y la escritura:
“él fue un hombre muy comprometido con
las causas sociales, militó en el Partido Comunista, fue muy perseguido por la
dictadura de Rojas… tuvo muchas dificultades por su posición política y su
condición racial, pues imagínate en los años 50 ser negro y escritor en Bogotá,
eso era una cosa muy difícil”[16].
Fabio Martínez, escritor, investigador y
profesor de la Universidad del Valle, amplio conocedor de la obra de Truque,
corrobora la exclusión de la que Truque fue objeto por motivos raciales: “hasta hace poco en Colombia ser negro y al
mismo tiempo escritor era un despropósito que se pagaba con el olvido. Carlos Arturo
Truque, quien murió en Buenaventura a la edad de cuarenta y dos años, no fue ajeno
a esta forma de exclusión”[17].
“Truque, quien en la actualidad es más
estudiado en la academia norteamericana que en la nuestra, fue víctima en su
época de la exclusión, y en más de una ocasión, fue estigmatizado por ser pobre,
negro y comunista”[18].
Carlos Arturo Truque, con su esposa Nelly Vélez y sus tres hijas. Tomada de la edición digital de Carlos Arturo Truque, Valoración crítica. Universidad del Valle-Programa Editorial. |
Antes de radicarse en Bogotá, Truque
trabajó en un juzgado en los Llanos orientales, entre los 20 y los 24 años de
edad. Regresa a Buenaventura en el año 1951 y “conoce a Nelly Vélez Benítez, joven oriunda de Palmira, cuando
trabajaba como locutora en una emisora en Cali. Luego de casarse el 4 de
octubre de 1952, deciden vivir en Buenaventura donde trabajaba con la Flota
Mercante Gran Colombiana, como registrador de carga en el muelle”[19].
Allí conoce a su paisano Cicerón Flórez Moya[20],
también condoteño y entonces adolescente, y a su futura esposa Ángela Góngora;
así como al poeta chileno Andrés Crovo[21],
y con ellos se embarca en proyectos periodísticos que “desestimó al intuir que su norte estaba en Bogotá, ciudad donde fijó su
residencia en 1954”[22],
y adonde llega con su esposa, su hija mayor y su excepcional talento.
Allí, en Bogotá, experimentará Truque todo
tipo de inconvenientes, escollos, obstáculos, dificultades; pero,
definitivamente, ese era su paso del Rubicón, pues, aunque no cupo del todo en
las elites bogotanas, su talento indiscutible le granjeó simpatías y amistades,
e incluso apoyos materiales, de algunas plumas en boga: “él fue muy amigo de Eduardo Pachón Padilla, de José Luis Díaz Granados,
de GOG, que fue el Director de las Lecturas Dominicales de El Tiempo. Pero, por
su condición afro, por su condición de negro, de una u otra manera como que no
cabía en las grandes elites de Bogotá; y esto de alguna manera lo marcó
negativamente”[23].
Yvonne América Truque. Tomada de: https://poetassigloveintiuno.blogspot.com/2014/12/yvonne-america-truque-141-95-poeta-de.html |
Nacen en ese entonces su complicidad
artística y social, y su amistad con Manuel Zapata Olivella, las cuales
durarían hasta el final de su vida. Ese momento y esa amistad son evocados así por
la escritora Yvonne América Truque, otra de las hijas de Carlos Arturo Truque: “Mi padre fue un gran escritor, un
intelectual. Crecí en un ambiente que favorecía mi formación y mi comprensión
del arte y la literatura. Recuerdo las tertulias de mi padre y sus amigos en
nuestra casa… (y cómo) olvidaba los poemas de Rubén Darío y de Rafael Pombo que
mi padre me pedía declamara ante sus invitados. Olvidaba los fragmentos del
Macbeth de Shakespeare, que con las hijas de Manuel Zapata Olivella jugábamos a
interpretar en tardes de sábado o domingo. Pero, nunca olvidaba los pasos de la
cumbia o del currulao, o del mapalé que bailaba desde muy temprana edad y que
aún me hace vibrar. Hablo de recuerdos entre los cuatro y los nueve años, más o
menos; hablo de los automatismos sociales y familiares que nada tienen que ver
con la herencia genética, sino más bien, como bien lo explica Henri Laborit, con
la transmisión de conocimientos entre generaciones”[24].
Carlos Arturo Truque. Tomada de:https://narrativabreve.com/2016/04/cuento-de- carlos-arturo-truque-vivan-los-companeros.html |
Los premios, que habían empezado a llegar
antes de Bogotá, son un aliciente en su difícil situación económica, que el
escritor y su esposa sortean con amor y valentía. El Premio especial del
Festival de Berlín, en 1951, por su obra dramática Hay que vivir en paz, “marcaría
el inicio de sus años de reconocimiento”, según su hija Sonia[25].
“En 1953 ganó el Premio Espiral -que se otorgaba
gracias al esfuerzo solitario del editor español Clemente Airó- con el libro
Granizada y otros cuentos, lo que motivó al escritor, como ya se mencionó, a
trasladarse con su familia a Bogotá al año siguiente. […] Una vez en Bogotá, en
1954, y durante los años de represión, la Asociación de Escritores y Artistas
de Colombia le otorga el tercer premio por su cuento “Vivan los compañeros”.
Luego en 1958 ocupa el tercer lugar en el Concurso Folklórico de Manizales con
su cuento “Sonatina para dos tambores” y en 1956, en el V Festival de Arte de
Cali recibe una mención por el cuento “El día que terminó el verano”.[26]
Después de tanta zozobra, al finalizar la
dictadura de Rojas y hasta el año 1963, Truque consigue diversos trabajos
estables: en el Ministerio de Educación Nacional; en la revista Cromos; en la
Embajada de Haití; como traductor de inglés y francés; como libretista en la Radiodifusora
y en la naciente televisora nacional, entre otros. “En 1957, luego de la caída de Rojas Pinilla, su condición económica y
su bienestar general y el de su familia mejoraron. Por fin un comunista pudo
acceder a un cargo en el sector público. Es nombrado, primero, en el Ministerio
de Educación Nacional, y, luego, hace parte de la delegación de la Embajada de
Haití. Pareciese que por fin la vida le sonríe a este hijo del “Litoral Recóndito”,
pero como está signada por la dificultad, la contradicción y la ironía, en 1964
se hace de nuevo presente la desgracia, que no andaba muy lejos, solo escondida”[27].
No obstante, en ese momento, Truque era ya el
autor fecundo de 25 cuentos memorables con sitial de honor en la literatura
colombiana e hispanoamericana, gratificantes para sus lectores, pródigos en
lecciones para sus estudiosos. Sus títulos, en el orden en el que aparecen
publicados por el Ministerio de Cultura en el tomo V de la Biblioteca de Literatura
Afrocolombiana[28],
son: Vivan los compañeros, Granizada, La noche de San Silvestre, Sangre en el
Llano, El día que terminó el verano, Sonatina para dos tambores, La fuga, La
diana, El encuentro, Fucú, El misterio, Martín encuentra dos razones, Dos
hombres, Porque así era la gente, La aventura de Tío Conejo, La muerte tuvo
cara y sello, José Dolores arregla un asunto, Lo triste de vivir así, El
collar, Las gafas oscuras, De cómo Jim empezó a olvidar, Puntales para mi casa,
La otra oportunidad, El Pigüita, Longinos.
“Los
veinticinco cuentos que componen la breve obra de Truque son reflejo de su
carácter rebelde y su mirada sobre la discriminación social y racial. Defendió
el género del cuento como "descripción exhaustiva de un momento
vital"… Sus personajes, atormentados y excluidos, transitan por la Guerra
de los Mil Días, las protestas de la zona bananera, las guerrillas del Llano,
los poblados negros del Pacífico”[29].
“…A pesar del parco reconocimiento que la
sociedad colombiana demuestra a sus auténticos valores culturales, los cuentos
de este notable narrador chocoano se abren paso contra viento y marea, echando
puertas abajo, derribando insondables muros críticos y cruzando fronteras y
océanos hasta lograr enraizarse en la conciencia de innumerables lectores tanto
en español como en otras lenguas”[30].
Sonia Nadezhda Truque. Tomada de: |
“Mas
hay también ¡Oh Tierra! un día... un día... un día... / en que levamos anclas
para jamás volver... / Un día en que discurren vientos ineluctables / ¡un día
en que ya nadie nos puede retener!”[31].
Y ese día llegó para Carlos Arturo Truque Asprilla: “En 1964 se rompe definitivamente la vida del escritor, al sufrir una
trombosis cerebral que lo dejó incapacitado para trabajar y escribir. Durante
su enfermedad estuvo rodeado de amigos como Manuel Zapata Olivella, quien logró
encontrarle un cupo en el Hospital de La Hortúa; el ex magistrado Jairo Maya
Betancourt, quien le demostró una preocupación de hermano; y de Otto Morales
Benítez, Matilde Espinosa y Luis Carlos Pérez, entre otros. Hasta su deceso, su
esposa Nelly lo animó para que siguiera escribiendo. Se contrataron varias
secretarias, y con terapias y gran esfuerzo logró escribir algunos cuentos,
pero el estado de ánimo decaía; no obstante, dejó varios escritos a mano que su
esposa rescataría. Muere en Buenaventura, Valle del Cauca, el 8 de enero de
1970 a la edad de cuarenta y dos años”[32]. “Una trombosis cerebral -acuciosa y
altanera, como yo la llamo, se le adelanta a la Muerte, que –no faltaba más–
llega prematura. A su deceso le sigue –presuroso e injusto, también paradójico
y sarcástico– su olvido. No importa que haya estado predestinado a ser uno de
los mejores escritores del país”[33].
Colombia Truque Vélez, con un funcionario del área cultural de la Embajada de Chile en Colombia. 2015. Tomada de su página de Facebook. |
No pudo el olvido deliberado imponerse
sobre el talento y la gloria naturales de Truque. Poetas, narradoras, artistas,
mujeres comprometidas con la construcción de “la vida limpia que no hemos tenido la oportunidad de vivir”[34],
con “una fe profunda en la fuerza de los
humildes”[35], Sonia
Nadezhda, Yvonne América (Bogotá, 1955-Montreal 2001) y Leticia Colombia, junto
a su madre Nelly Cecilia, tampoco lo habrían permitido; pues nada justo habría
sido privar a Colombia y al mundo de los largos y maravillosos frutos de la corta
e intensa vida limpia de Carlos Arturo Truque Asprilla.
[1] Martínez Fabio (Prólogo). Universidad del Valle-Programa Editorial.
Carlos Arturo Truque, Valoración crítica. Compilador: Fabio Martínez. Edición
digital: septiembre 2017. 137 pp. Pág. 11. En: http://revistas.univalle.edu.co/omp/index.php/programaeditorial/catalog/download/69/32/1214-1?inline=1
[2] Entrevista al Profesor Fabio Martínez, en el programa Tiempo de
Letras, una producción del Programa Editorial de la Universidad del Valle. En: https://www.youtube.com/watch?v=f2IIvcKdKwI
(publicado el 19 de agosto de 2015).
[3] Entrevista a Sonia Nadezhda Truque. Revista
Contorno Judicial. En:
https://www.youtube.com/watch?time_continue=50&v=9ACsFT_AA-s
(Publicado el 27 de octubre de 2014). N.B.: en realidad fueron veinticinco
cuentos y un ensayo.
[4] El cuento de García Márquez puede leerse en: https://narrativabreve.com/2016/05/cuento-gabriel-garcia-marquez-un-dia-despues-de-sabado.html
[5] Este cuento puede leerse en: https://narrativabreve.com/2016/04/cuento-de-guillermo-ruiz-rivas-por-los-caminos-de-la-muerte.html
[6] El cuento de Truque puede leerse en: https://narrativabreve.com/2016/04/cuento-de-carlos-arturo-truque-vivan-los-companeros.html
[7] Informe del Jurado. Consultado en: http://ntc-documentos.blogspot.com/2015/01/asociacion-nacional-de-escritores-y.html
[8] Ibidem.
[9] Truque, Sonia Nadezhda. COLOMBIA A CORAZÓN ABIERTO. En: Carlos
Arturo Truque, Valoración crítica. Compilador: Fabio Martínez. Universidad del
Valle-Programa Editorial. Edición digital: septiembre 2017. 137 pp. Capítulo
13, pp. 103-115. Pág. 103. Consultado en:
[10] Truque, Carlos Arturo. LA VOCACIÓN Y EL MEDIO. HISTORIA DE UN
ESCRITOR. En: Carlos Arturo Truque, Valoración crítica. Compilador: Fabio
Martínez. Universidad del Valle-Programa Editorial. Edición digital: septiembre
2017. 137 pp. Capítulo 1, pp. 15-24. Pág. 17. Consultado en: http://revistas.univalle.edu.co/omp/index.php/programaeditorial/catalog/view/69/32/1215-1
[11] Truque, Sonia Nadezhda. COLOMBIA A CORAZÓN ABIERTO. Op. cit. Pág.
103.
[12] Truque, Carlos Arturo. Op. cit. Pág. 17.
[13] Ibidem.
[14] Ibidem, pág. 20.
[15] Truque, Sonia Nadezhda. COLOMBIA A CORAZÓN ABIERTO. Op. cit. Pp.
103-104
[16] Entrevista a Sonia Nadezhda Truque. Revista
Contorno Judicial. En:
https://www.youtube.com/watch?time_continue=50&v=9ACsFT_AA-s (Publicado el 27 de octubre de 2014).
[17] Universidad del Valle-Programa Editorial. Carlos Arturo Truque,
Valoración crítica. Compilador: Fabio Martínez. Edición digital: septiembre
2017. 137 pp. Pág. 14 (Prólogo por Fabio Martínez). En: http://revistas.univalle.edu.co/omp/index.php/programaeditorial/catalog/download/69/32/1214-1?inline=1
[18] Ibidem, pág. 2
[19] Truque, Sonia Nadezhda. COLOMBIA A CORAZÓN ABIERTO. Op. cit. Pág.
104
[20] Después de toda una vida dedicada al periodismo activo, el Maestro
Cicerón Flórez es actualmente asesor emérito de La Opinión, diario de Cúcuta
del cual fue jefe de redacción, subdirector y director. En 2011 recibió el
Premio Simón Bolívar a la Vida y obra de un periodista.
[21] Esposo de la famosa Ministra de trabajo María Elena Jiménez de
Crovo.
[22] Truque, Sonia Nadezhda. COLOMBIA A CORAZÓN ABIERTO. Op. cit. Pág.
104.
[23] Entrevista al Profesor Fabio Martínez, en el programa Tiempo de
Letras, una producción del Programa Editorial de la Universidad del Valle. En: https://www.youtube.com/watch?v=f2IIvcKdKwI
(publicado el 19 de agosto de 2015).
[24] Adams, Clementina. Ivonne América Truque: patriotismo, exilio y
denuncia en su obra poética. Entrevistas a la autora. En: Universidad de
Antioquia. Revista Estudios de Literatura Colombiana, N° 32, enero-junio, 2013,
ISSN 0123-4412, pp. 147-163. Pág. 149. Consultado en:
[25] Truque, Sonia Nadezhda. COLOMBIA A CORAZÓN ABIERTO. Op. cit. Pág.
105.
[26] Ibidem. Pp. 105, 106.
[27] Cabezas Rher, Enrique. UN FAMOSO ESCRITOR DESCONOCIDO. En: Carlos
Arturo Truque, Valoración crítica. Compilador: Fabio Martínez. Universidad del
Valle-Programa Editorial. Edición digital: septiembre 2017. 137 pp. Capítulo 2,
pp. 25-28. Pág. 28. Consultado en:
[28] Truque, Carlos Arturo. VIVAN LOS COMPAÑEROS. CUENTOS COMPLETOS.
Ministerio de Cultura de la República de Colombia, Biblioteca de Literatura
Afroamericana, Tomo V. 2010. 212 pp. Consultado en: http://babel.banrepcultural.org/cdm/singleitem/collection/p17054coll7/id/4/rec/19
[29] Ibidem. Contraportada.
[30] Garcés González, José Luis. UN MUNDO IMPLACABLE Y DESGARRADO. En: Carlos
Arturo Truque, Valoración crítica. Compilador: Fabio Martínez. Universidad del
Valle-Programa Editorial. Edición digital: septiembre 2017. 137 pp. Capítulo 2,
pp. 29-34. Pág. 31. Consultado en:
[31] Fragmento de Canción de la vida profunda, de Porfirio Barba Jacob.
[32] Truque, Sonia Nadezhda. COLOMBIA A CORAZÓN ABIERTO. Op. cit. Pp.
106-107
[33] Cabezas Rher, Enrique. Op. cit. Pág. 28.
[34] Truque, Carlos Arturo. LA VOCACIÓN Y EL MEDIO. HISTORIA DE UN
ESCRITOR. Op. cit. Pág. 24.
[35] Idem. Ibidem.
Un artículo breve pero intenso, que permite hacerse una idea de quién era el escritor Truque. Muchas gracias.
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