lunes, 24 de mayo de 2021

Rey

 Rey

Encuentro de compañeros de la Normal de Quibdó, 28 de diciembre de 2017.
Abajo a la derecha, Rey.

Jesús Erwin Mosquera Arce era el número 17 de la lista del salón de 6º A 1977 de la Normal de Quibdó, alfabéticamente ordenada por apellidos, mediante la cual los maestros verificaban nuestra asistencia a cada clase, cada día, cada hora, de lunes a viernes. Éramos veinticinco compañeros que ahí en la Normal terminamos juntos el bachillerato, en ese salón que hoy sería 11 en vez de 6º, luego de estudiar también juntos durante esos seis años y, en algunos casos, desde la primaria en la Escuela Anexa a la Normal. Era viernes aquel 2 de diciembre, cuando nos graduamos como los primeros maestros-bachilleres de ese colegio al que siempre quisimos y respetamos por todo lo bueno que en él vivimos y porque allí transcurrieron, en muchos casos, once años completos de nuestras vidas.

La Normal Superior de Quibdó, en cuyo nombre todavía decía que era de o para Varones, nos vio crecer juntos y compartir tanto y tan desinteresadamente la vida que -sin saber que lo estábamos haciendo- nos fuimos hermanando para siempre; de manera que cada casa era la casa de todos y cada mamá era también de todos, al igual que las hermanas y hermanos, los primos y las primas, tías, tíos y abuelas, y hasta los vecindarios y las amistades, que terminábamos heredando por sucesión directa. Todo ello de un modo tan espontáneo, natural y fluido que, sin conocer la palabra ni su significado, vivíamos en una especie de estado de permanente solidaridad. Y quizás fue por ello por lo que fueron menos notorias las carencias materiales de quienes más las tuvieran y menos graves sus consecuencias, pues siempre hubo una casa donde completar la comida o una familia dispuesta a compartir lo que otras no tenían. Siempre hubo una sala, con radiola, tocadiscos o equipo de sonido incluido, donde ir a hacer los primeros bailes. Una cocina donde preparar sin ayuda adulta las primeras comidas entre amigos: las llamadas bodas. Un andén o un patio donde pasar tiempos libres o bañarse cuando en la casa de uno no había agua. Una casa donde encontrar compañía para jugar o hacer mandados, donde ver telenovelas o pasar a tomar agua fría o jugo y hasta comerse un helado casero, de cubeta o de copita y con palito de guadua.

De esa materia fraterna e indisoluble está hecho nuestro grupo de compañeros, el grupo de aquel 6º A de la Normal de Quibdó en el cual ahora ya no estará Jesús Erwin Mosquera Arce, Rey, el hijo de Mamá Delfa, el hermanito de la Reina, el adolescente con cara de niño y figura menuda y pequeña que se convertiría en un adulto alto y fornido, así como en lo que en aquellos tiempos y en nuestra jerga de compañeros llamábamos "un quebrador innato".

En la versión digital del grupo, que creamos en WhatsApp desde octubre de 2017 y que ha contribuido a que nos mantengamos más comunicados, como cuando estábamos en el colegio, ya no tendremos la voz crítica y acertada de Jesús Erwin, con quien estimulábamos las tertulias sobre desarrollo regional, economía, política y cultura del Chocó; como tampoco tendremos sus agudos apuntes en las charlas livianas y de puro chiste sobre cualquiera de tantas cosas de las que se puede hablar cuando se ha compartido la vida.

Teníamos pensado, con Jesús Erwin, organizar en vacaciones una especie de tour de reconocimiento de Quibdó, para ver con nuestros propios ojos las dinámicas socioeconómicas y espaciales notorias de tantos sectores de esta ciudad que ya muchos no conocíamos plenamente y que tanto dista, en todos los sentidos, de aquel pueblo pacífico y humano en donde nosotros crecimos, por cuyos rincones caminamos y por cuyas quebradas y ríos navegamos. Así mismo, habíamos hablado de armar un paseo hasta El Carmen de Atrato, para aprovechar y conocer procesos de encadenamiento productivo en los que Erwin había participado como economista asesor; por ejemplo, la cadena productiva del quesito carmeleño, sus procesos de certificación de calidad y de comercialización, involucrando a campesinos y empresarios en el ciclo. Nuestros compañeros Moya y Bolaños (Nabucodonosor, le decía Erwin) aparecían siempre en estas charlas y planes como seguros aliados para su materialización… Y así, sucesivamente, un tema tras otro de conversación, que casi siempre salían a propósito de algún artículo de El Guarengue, este blog del cual Jesús Erwin fue desde el comienzo uno de los más entusiastas lectores.

El 28 de diciembre de 2017 nos encontramos en Quibdó, en una feliz reunión que incluyó la nostálgica visita a las instalaciones de la Normal, veinte de veinticuatro compañeros del salón de 6º A. Supimos en ese momento que José Ramírez Mosquera había fallecido hace muchos años en un accidente de tránsito. La organización de este maravilloso encuentro que, a la mejor usanza quibdoseña y chocoana, incluyó camiseta conmemorativa y otros recordatorios, además de opípara comida y unos buenos tragos, la asumimos Jesús Erwin desde Quibdó y yo desde Bogotá; obviamente con el entusiasmo y la colaboración total de nuestros demás compañeros. En esa ocasión, pudimos disfrutar de su cálida generosidad de anfitrión, la cual extrañaremos; así como su grata compañía nos hará tanta falta que, seguramente, se nos aguarán los ojos cuando lo estemos recordando en el próximo encuentro.

Ojalá en ese próximo encuentro de compañeros, que ya habíamos acordado para el 2 de diciembre de 2022, podamos estar los veintidós restantes, completos, sanos y salvos, sin la amenaza mortal de esta malhadada pandemia que también a Serna (Jesús Alberto Mosquera Serna) nos había quitado el 15 de agosto del año pasado. “Todos vuelven a la tierra en que nacieron / al embrujo incomparable de su sol / Todos vuelven al rincón de donde salieron / donde acaso floreció más de un amor” … Como en la canción, y si es posible, todos volveremos a ese Quibdó donde crecimos juntos y nos hicimos amigos y hermanos desde niños y para siempre. Y juntos evocaremos con afecto y amistad a los que ya no están, como Jesús Erwin Mosquera Arce (Rey), quien nos dejó solos aquí, desde la madrugada de este domingo 23 de mayo de 2021, en “esta tierra de Dios que se hurtó el Diablo”, como escribió el Maestro Miguel A. Caicedo.

Duele saber que cuando en ese encuentro llamemos a lista, como solíamos hacerlo por reírnos y por ejercitar la memoria, Jesús Erwin Mosquera Arce, Rey, el número 17, no se levantará sonriente para responder: ¡Presente! Aunque lo estará eternamente, porque esta amistad es eterna, como eterno es este afecto.



7 comentarios:

  1. Excelente; tal vez mi condición de quibdoseño, anexo y normalista, además de la relación entre nuestras familias, y el aprecio que profesaba por José Erwin, me hacen valorar de manera especial estas muy bien escritas letras.
    Gracias Julio César. Vida eterna a Tey.

    ResponderBorrar
  2. Excelente; tal vez mi condición de quibdoseño, anexo y normalista, además de la relación entre nuestras familias, y el aprecio que profesaba por José Erwin, me hacen valorar de manera especial estas muy bien escritas letras.
    Gracias Julio César. Vida eterna a Tey.

    ResponderBorrar
  3. Gracias por tan excelentes y emotivos recuerdos!

    ResponderBorrar
  4. Felicitaciones a julio cesar Uribe por tan excelente escrito donde hace remembranza a la época de normalistas y dedicándole estas líneas al compañero que ya no está en este mundo Jesús Erwin Mosquera Arce quien está en uno de los lugares que dios tiene destinado para cada uno de los que estamos en el planeta tierra y qué el dios todo poderoso lo acoja en su reino

    ResponderBorrar
  5. Gracias por recordarnos que los Normalistas, somos una sola familia!
    Felicitaciones por este inolvidable escrito.
    Dalbumos@hotmail.com
    Quibdó, mayo 25 de 2021.

    ResponderBorrar
  6. Gracias Julio Cesar por tan emotivo escrito y recordarnos el Quibdó de ayer. Descansa en paz Rey. 🙏🏽🙏🏽

    ResponderBorrar
  7. Escrito muy bien concebido y plasmado, apreciado Julio. Tus líneas recrean la vida estudiantil -cargada de hermandad y solidaridad- así como el Quibdó que disfrutamos. Un gran abrazo. Paz en la tumba de "Rey".

    ResponderBorrar

Sus comentarios son siempre bienvenidos. Gracias.