Reinaldo Valencia y su ABC
En memoria del día en el que se publicó el
primer número del Papel periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá, en 1791, por
parte del cubano Manuel del Socorro Rodríguez, en Colombia el 9 de febrero se
conmemora el Día del Periodista. A instancias del CPB (Círculo de Periodistas
de Bogotá), así lo consagró la Ley 51 del 18 de diciembre de 1975, considerando
que la publicación de Rodríguez, que perduró hasta 1797, puede tomarse como el
comienzo del ejercicio profesional del Periodismo en nuestro país.
No obstante, “en el 2004, mediante la Ley
918, se anunció una nueva fecha para la celebración del Día del Periodista (4
de agosto) en homenaje a otro precursor de la prensa, el prócer de la
Independencia Antonio Nariño, quien tradujo e imprimió la Declaración de
Derechos del Hombre y del Ciudadano y quien es considerado el primer periodista
político del país y uno de los luchadores de la libre expresión a través de la
prensa periódica”[1].
Esta ley fue expedida durante la presidencia de quien –de lejos- ha sido uno de
los máximos violadores de la libertad de expresión, de prensa y de opinión; y
uno de los enemigos subrepticios más enconados que hayan tenido los derechos
humanos y los defensores de derechos humanos –como Nariño- en Colombia.
Más de un siglo después de aquel primer
periódico publicado en Bogotá, de modo equivalente, en Quibdó se publicó –entre
1913 (8 de diciembre) y 1944- un periódico llamado ABC, que durante mucha parte
de su vida tuvo circulación diaria y, en coyunturas como la primera Guerra
Mundial, llegó a publicar dos ediciones (matutina y vespertina) con el solo
propósito de mantener plenamente informada a la gente de Quibdó acerca de este
trascendental suceso. El ABC, “denominado por su mismo propietario como el
decano de la prensa del Chocó y de las provincias del país, cumplió en Quibdó
lo que otros periódicos colombianos en la misma época y a nivel nacional
realizaron, y que Carlos Uribe Celis denominó la democratización de la cultura,
al permitir el acceso a la literatura y a la lectura en general de un mayor
número de pobladores”[3]. 3950 ediciones del ABC fueron publicadas.
Su fundador y Director durante la mayor
parte de su existencia fue Reinaldo Valencia Lozano, abogado, periodista y
escritor quibdoseño, quien creó además la revista Prosa y Verso, en compañía de
Jorge E. Díaz, Jorge A. Rivas, Sergio Villa Valencia, Luis F. Valencia y
Gregorio Sánchez Gómez, un prolífico escritor negro, nacido en Istmina, famoso
por su novela La bruja de las minas[4].
Reinaldo Valencia aún era estudiante del Colegio Público de Quibdó, que
posteriormente se convertiría en el Colegio Carrasquilla, cuando creó esta
revista, que fue elogiada por intelectuales colombianos como Santiago Pérez
Triana y por el excelso poeta nicaragüense Rubén Darío, iniciador del
Modernismo literario en Hispanoamérica.
ABC, enero 25 de 1914. Tomada de: González Escobar, Luis Fernando. "Quibdó, contexto histórico, desarrollo urbano y patrimonio arquitectónico" (2003). Reproducción: JCUH. |
El periódico ABC, desde su primer número,
hizo gala de su profunda comprensión del papel de la prensa como notaria de la
historia, como cronista de su tiempo. El ABC vivió y documentó para la gente de
la época y para quienes hoy aquí estamos una de las épocas más trascendentales
de la vida del Chocó, el lapso 1907-1947, tiempo en el que las provincias del
Atrato y el San Juan dejaron de pertenecer al Cauca y fueron unificadas para
constituir el ente político-administrativo conocido como Intendencia Nacional del
Chocó. Durante estos 40 años, como lo ha explicado con lujo de detalles el
arquitecto e historiador Luis Fernando González Escobar[5],
la región vive una etapa de Unificación Chocoana (1907-1916), una etapa de
Transición y gestación de un proyecto regional (1917-1932) y la gloriosa etapa
de la Reivindicación Chocoanista (1933-1947), agenciada por la denominada
Generación del Carrasquilla, un grupo integrado principalmente por Osías Lozano
Quintana, Daniel Valois Arce, Sergio Abadía Arango, Ramón Lozano Garcés,
Ricardo Echeverry Ferrer, Diego Luis Córdoba y Adán Arriaga Andrade.
Aunque el primer director del ABC no fue Reinaldo Valencia, sino Guillermo Henry C., y también dirigió el periódico otro gran intelectual chocoano de
la época, Francisco Córdoba M., autor de Nociones de Geografía e Historia del
Chocó (1923), así como Francisco T. Maturana; Reinaldo Valencia fue siempre
un gran inspirador de las ideas que transitaron por la elegante, correcta y
precisa prosa del ABC, así como su director durante por lo menos 20 años.
El ABC registró, durante sus tres décadas
de existencia, la vida completa del Chocó y de Quibdó, incluyendo aquellos
asuntos trascendentales de la política regional, como la rivalidad
interprovincial entre el San Juan y el Atrato, que incluía ideas como convertir
la Intendencia en dos comisarías; y la lucha por convertirla en un departamento
que reemplazara la pérdida de Panamá, al decir de algunos de los escritores del
ABC. Aunque algunos autores[6]
han documentado cómo en el ABC se privilegió una visión de clase, en detrimento
de la visión racial, por obra y gracia de la mulatocracia reinante; otros reconocen que es en el ABC en donde la
cuestión racial empezó a aparecer, a través de la pluma de personajes como
Ramón Lozano Garcés, Diego Luis Córdoba y Alfonso Meluk: “A partir de los años
1930 surgió una ruptura en el discurso de la prensa regional, la cual se
manifestó en la introducción paulatina del tema racial. El término “raza
negra”, por ejemplo, que no era de uso frecuente en la prensa chocoana antes de
los años de 1930, empezó a ser mencionado regularmente. Este cambio temático
reflejaba una transformación en el perfil social de aquellos redactores de los
periódicos, especialmente los del A.B.C.[7]”.
El significativo papel que jugaron Reinaldo
Valencia como periodista y generador de opinión pública y su ABC como tribuna
privilegiada de la vida del Chocó de su época es resumido acertadamente por el
periodista José E. Mosquera: “El impulso del proceso de departamentalización
del Chocó fue una de sus principales banderas desde las páginas editoriales del
ABC. De manera que, el ABC se convirtió en la tribuna de la lucha de Valencia y
de Dionisio Ferrer, Heliodoro Rodríguez, Francisco Córdoba, Armando Meluk,
Emiliano Rey, Delfino Díaz, Julio Perea Quesada, Alfonso Meluk, Adán Arriaga
Andrade, Salomón Salazar y Guillermo Henry Cuesta para que el Chocó fuera
erigido departamento”[8].
Foto: Julio César U. H., reproducción de
una imagen incluida
en un Informe de la
Prefectura Apostólica del Chocó (1925), archivo personal. |
Y así ocurrió con todo, pues por la pluma
de Reinaldo Valencia y –como decía en la portada del periódico- su “respetable
cuerpo de redacción”, y por las páginas del ABC, pasaron todos los hechos de la
vida local y regional, nacional e internacional. De manera que cuando uno
quiere saber qué se comía y qué se bebía en Quibdó durante las tres décadas de
este magnífico ejercicio periodístico, cómo se vestía y cómo se divertía la
gente, quiénes y adónde viajaban, con quién y para qué; o hacerle seguimiento a
las acciones de la Intendencia Nacional del Chocó, como la construcción de
obras y la dirección de la educación pública, el fomento de la agricultura, la
reglamentación de impuestos locales y regionales, la coordinación de acciones
con el gobierno nacional para beneficio regional e, incluso, los hechos de
violencia, que obviamente eran diferentes y más escasos que ahora, basta leer
el ABC, en la hemeroteca de la Biblioteca Luis Ángel Arango, en Bogotá; o en la
sección El Chocó de Ayer, del semanario Chocó 7 días, que se publica los
viernes en Quibdó y que en agosto próximo cumple 25 años de existencia.
En síntesis, en el ABC se encuentran los trazos
básicos para delinear un boceto bastante preciso de la época histórica que en
sus escritos quedó documentada, incluyendo la relación de la ciudad y de la
región con Colombia y con el mundo. “Símbolo de la cultura del Chocó es el
interdiario ABC que lleva casi 3.000 ediciones y que con gran tacto e
inteligencia ha dirigido siempre el apreciable periodista liberal Reinaldo
Valencia”, expresaba un empleado de la Contraloría Nacional, luego de una
misión laboral de tres meses en el Chocó, en enero de 1935[9].
Su público activismo y su defensa de las
ideas liberales como fuente de equidad y democracia en el país y en el Chocó
influyeron para que Reinaldo Valencia se erigiera también como un gran líder
político dentro del Partido Liberal, al lado de personajes de la talla de Diego
Luis Córdoba, Delfino Díaz Ruiz, Félix L. Arenas, Roberto Valdés Ortiz, Manuel
L. Salge, Juan Garcés, Armando Meluk, Conrado Coutín, Fausto E. Domínguez, Vicente
Ferrer G., Camilo Mayo Córdoba, Mateo E. Garcés, Abigaíl Arriaga Vivas, Salomón
Rengifo, Jorge Fidel García, Raimundo Cuesta C., Leonidas Asprilla B., Delfino
Díaz Mendoza, Julio E. Ángel, Andrés Fernando Villa, Neftalí Murillo C., Carlos
Dualiby, Alejo Garcés, Juan F. Villa, Daniel Arce, Rafael Arrunátegui, Gilberto
Osorio, Carlos Mejía, Raúl Ferrer Denis y muchos patricios más, que desde
Quibdó apoyaron fervientemente las medidas de democratización del país
adoptadas por el entonces Presidente Alfonso López Pumarejo, bajo la denominada
Revolución en Marcha.
Diego Luis Córdoba, Delfino Díaz Ruiz y Ramón Lozano Garcés. Fuentes: https://www.flickr.com/photos/centroafro/3495426856/lightbox/, Twitter: @elmonodiaz25, https://www.facebook.com/RamonLozanoGarcesCentenario/ |
Adicionalmente, por la evidente influencia
del ABC y el gran prestigio que se gana gracias a su trabajo, Reinaldo Valencia
se convierte poco a poco en voz de quienes no la tienen, quienes encuentran en
el ABC la tribuna para hacer públicas unas preocupaciones que de otro modo no
lo serían. Por ello, en las cartas al director, uno encuentra desde las quejas
de los presos de la entonces llamada Cárcel Pública de Quibdó y su decisión de
entrar en huelga de hambre y de trabajo, y las dificultades en el
funcionamiento de la trilladora oficial de arroz de propiedad de la Intendencia,
hasta el relato de las preocupaciones de los inspectores o corregidores de los
pueblos sobre sus carencias y necesidades como comunidad o sobre los sucesos
que los preocupan. Todo lo que recibe, Don Reinaldo lo publica y le merece un
comentario que, en muchas ocasiones, es solicitud que eleva a quienes
corresponde atender la situación.
Así sucede, por ejemplo, con la
comunicación que Azael E. Romaña le dirige desde Tutunendo, el 7 de febrero de
1935; la cual comienza con un reconocimiento explícito a la labor de ABC y de
su director, Reinaldo Valencia, en los siguientes términos: “Como en distintas
ocasiones me ha tocado ver publicadas en ABC cartas sobre las necesidades de
los distintos pueblos de la Intendencia, ayudando así al desarrollo y mejoramiento
de ellos, me permito hacerle conocer que…”[10].
E incluye a renglón seguido la relación de una serie de necesidades y problemas
que vienen padeciendo en dicha población, referentes a la insuficiencia de la
actual escuela para atender una población escolar estimada en 100 niños que
podrían reunirse entre Tutunendo e Ichó; la ruina y la falta de dotación de la
Inspección de Policía del corregimiento, para corroborar lo cual piden la
presencia del Personero; “la falta de un agente de Policía, siquiera, para
cumplir las órdenes de la inspección, y para hacer guardar el orden. Como los
trabajos de la carretera están a corta distancia de Tutunendo, a este lugar se
vienen a pernoctar sus obreros y con frecuencia se forman discusiones que
exigen la intervención de la autoridad, y sin un colaborador o agente de
Policía, no se puede hacer mayor cosa”[11];
y la falta de servicio telefónico con Quibdó, para casos de emergencia. “Creo
firmemente que con la intervención de ABC y la personal de su Director, algo
obtendremos”, finaliza el señor Romaña su carta y se suscribe como atento amigo
y S. S. Don Reinaldo añade al texto de la carta el siguiente comentario, como
Nota de la Redacción: “Todo lo pedido nos parece justo y cabe dentro de las
capacidades fiscales de la Intendencia y del municipio. Es necesario averiguar
si se necesita la otra escuela, y proceder, ya que el presupuesto no se ha
elaborado aún, a apropiar la partida. Y en cuanto a muebles y local para la
inspección, que el municipio proceda. Y que proceda la Intendencia a
restablecer el servicio telefónico y a enviar siquiera un agente de Policía, o
que lo cree el municipio”[12].
Reinaldo Valencia participa en diversos
escenarios de la vida pública de la ciudad, promoviendo o apoyando causas
culturales, cívicas, de higiene y convivencia, artísticas y literarias,
comerciales y deportivas. Por ejemplo, en marzo de 1935, promueve la creación
de la Cámara de Comercio del Chocó. Y, en 1936, se posesiona como Director de
Educación Pública, en la administración del Intendente Nacional Sofonías Yacup.
Fue, además, prolífico escritor, con obras como Río Abajo, una colección de sus artículos publicados en el ABC; Apostillas históricas, un trabajo sobre
historia del Chocó; y “La cuna de Jorge
Isaacs, donde plantea en una investigación minuciosa que el autor de
“María” nació en Quibdó, y no en Cali. Este libro desató una intensa polémica
en el Valle del Cauca y el prólogo es de uno de los traductores y críticos más
significativos de Colombia: Baldomero Sanín Cano. En uno de sus apartes Sanín
Cano dice: “Además de su mérito como obra histórica, el trabajo del señor
Valencia se recomienda literariamente por razones de claridad, método,
sobriedad y corrección del lenguaje”[13].
Nacido en Quibdó, el 15 de octubre de 1891,
y fallecido en Cartagena en 1946, Reinaldo Valencia es indiscutible ejemplo de
la dignidad que debe caracterizar al periodismo y prototipo de la
responsabilidad que a la prensa le cabe con la memoria histórica de la
sociedad. Gracias a su impronta, el ABC, de Quibdó, jamás será un periódico de ayer que nadie más procura
ya leer.
[1] Universidad Sergio Arboleda. SE CELEBRA EL DÍA DEL PERIODISTA EN
COLOMBIA. En: https://www.usergioarboleda.edu.co/se-celebra-el-dia-del-periodista-en-colombia/
[2] Ibidem.
[3] González Escobar, Luis Fernando. Quibdó, contexto histórico,
desarrollo urbano y patrimonio arquitectónico. Centro de publicaciones
Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, febrero 2003. 362 pp. Pág. 156.
[4] Esta novela fue publicada por el Ministerio de Cultura, como parte
de la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana, en 2010. Puede obtenerse en:
[5] González Escobar, Luis Fernando. Op. cit. Pág. 132 ss.
[6]Hernández Maldonado, Juan Fernando. La chocoanidad en el siglo XX.
Representaciones sobre el Chocó en el proceso de departamentalización
(1913-1944) y en los movimientos cívicos de 1954 y 1987. Trabajo de grado.
Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Sociales, Carrera de
Historia. Bogotá. 2010.
[7] Mena Abadía, Brenda. Discursos sobre un Chocó olvidado. Representaciones
sobre raza y región en la prensa chocoana en la primera mitad del siglo XX.
Trabajo de grado como Historiadora. Escuela de Ciencias Humanas. Universidad
del Rosario. Bogotá, abril 2016. En:
[8] Mosquera, José E. Reinaldo Valencia, un líder visionario. El Mundo,
Medellín, 16 de octubre de 2014.
[9] Chocó 7 días. El Chocó de ayer. Edición N° 993, Quibdó, diciembre
12 a 18 de 2014. En: http://www.choco7dias.com/993/choco_ayer.html
[10] ABC, edición 2953, 12 de febrero de 1935. En: http://www.choco7dias.com/1018/choco_ayer.html
[11] En ese momento está en plena construcción la carretera
Quibdó-Bolívar (Antioquia).
[12] ABC, edición 2953, 12 de febrero de 1935. En: http://www.choco7dias.com/1018/choco_ayer.html.
[13] Carvajal Rueda, Alfonso. Diversidad de la literatura chocoana. El
Manduco, julio 13 de 2019. En: http://ntc-narrativa.blogspot.com/2019/07/diversidad-de-la-literatura-chocoana.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Sus comentarios son siempre bienvenidos. Gracias.