Contra el
comercio corsario
Los comienzos
de la Cámara de Comercio del Chocó
![]() |
*Publicidad en el periódico ABC, de Quibdó, 1935-1938. Imágenes: El Guarengue, con material digitalizado de la Hemeroteca del Chocó. |
Los
fundadores
De acuerdo con el relato de ABC, a dicha reunión “asistieron los señores Bichyr Meluk, Mario Ferrer, Manuel F. Barcha, Musa Uechec, Eladio, Miguel y Julio Ángel, Elías Yurgaqui, Antonio E. Bechara, Amín Meluk, Julián Meléndez, Tiberio Restrepo, Delfino Díaz R., Abdo Abuchar, Alejandro Fierro B., Juan Garcés, Juan Zaher, José Bechara, Miguel Kardus, Esteban de Vargas, Jr., Alberto Reutlinger y Teodoro David”. Así como “los señores, doctor Jaime Arango V., y don Reinaldo Valencia, promotores de la reunión a nombre del Ministerio”.[1]
El
gestor
Reinaldo Valencia, el famoso intelectual, escritor, periodista, abogado y político quibdoseño, fundador del periódico más importante de la historia del Chocó y único diario que ha existido en la región, el ABC (1913-1944), y que, entre otros establecimientos comerciales, era propietario de los Talleres Gráficos de ABC; coordinó aquella reunión e ilustró a los presentes acerca de la ley sobre cámaras de comercio, al igual que dio a conocer a la concurrencia “los despachos cruzados” entre él y el doctor Arango, como gestores ad hoc de la iniciativa, y el respectivo ministerio, que los había designado para tal fin.
La
decisión
La reunión cumplió su cometido. En palabras de Víctor García A., el cronista del periódico ABC que firmaba la nota: “Durante largo rato se cambiaron ideas y, por unanimidad, se acordó elevar al Ministerio la solicitud correspondiente, enviándosele, además, una lista de los miembros del Comercio y de los industriales del Chocó a fin de que el Ministerio haga la designación de miembros de la Cámara. Se comisionó al señor Valencia para elaborar el respectivo memorial aduciendo las razones que militan para pedir la constitución de la Cámara, y para solicitar el ‘envío’ de los reglamentos de las diversas Cámaras del país, para hacer un estudio más atento de la cuestión antes de la próxima reunión”.[2]
Cumpliendo de modo diligente el encargo que le fuera hecho en la reunión, en el sentido de solicitar documentación y “consultar si los individuos o firmas de comercio que no sean afiliados se sujetarán a los estatutos y medidas que adopte la corporación”[3]; el miércoles 27 de marzo de 1935, Reinaldo Valencia envió comunicación al Ministerio planteando las materias acordadas. El 3 de abril de 1935, el propio ministro le respondió: “La Cámara de Comercio allá tiende naturalmente a moralizar, y por lo mismo a impedir el comercio corsario de que usted habla. A Jaime Arango, se le remitirán por avión los reglamentos. El Ministerio se complace con las noticias de sus interesantes labores. Servidor. Cristóbal Bossa”.[4]
La
creación
Así las cosas, luego de dos semanas de conversaciones y trámites, la Cámara de Comercio de Quibdó, con jurisdicción en la Intendencia Nacional del Chocó, fue creada mediante el decreto 662, del 8 de abril de 1935,[5] firmado por el presidente de la república Alfonso López Pumarejo y su entonces ministro de Agricultura y Comercio, Cristóbal Bossa, quien permanecería no más de una semana en el cargo.
El funcionamiento y la composición de esta cámara deberían sujetarse a lo establecido en la vigente ley de cámaras de comercio, Ley 28 del 18 de febrero de 1931, y su decreto reglamentario: Decreto 1890 del 24 de octubre de 1931; por lo cual, como todas las cámaras de comercio del país, la de Quibdó tendría como objeto general “propender al desarrollo de los intereses colectivos del comercio, de las industrias y de la agricultura en las regiones de su jurisdicción, fomentar el turismo en beneficio del país y procurar la prosperidad de dichas regiones”[6]; y una de sus tareas inmediatas sería adelantar “el Registro Público de Comercio”, fijado por la ley (artículo 29) y el decreto reglamentario (artículo 16); registro que sería inaugurado por la mayor parte de los asistentes a la reunión de aquel lunes.
El
posicionamiento
De allí en adelante, bajo la conducción de Manuel F. Barcha como presidente y Alberto Reutlinger como secretario, la Cámara de Comercio de Quibdó, con jurisdicción en la Intendencia Nacional del Chocó asumió sus labores de representación gremial, conformación de directorios de comerciantes, industriales y agricultores, promoción de encuentros y conferencias, vocería y representación ante las instituciones estatales, tanto en asuntos gremiales como en lo referente al desarrollo de la región chocoana.
Así, por ejemplo, a menos de un año de su fundación, la Cámara de Comercio le plantea al gobierno nacional -mediante comunicación telegráfica- la necesidad de atender a la regularización de la navegación por el río Atrato, que hace posible su relación con el Caribe y su conexión con el país y el mundo; condiciones estas que le han permitido al Quibdó de entonces convertirse en una especie de metrópoli en un claro de la selva.
República
de Colombia. Intendencia Nacional del Chocó. Cámara de Comercio de Quibdó con
jurisdicción en la Intendencia.
Quibdó,
enero 16 de 1936
Presidente
López o Minagricultura
Minobras
sección navegación
Bogotá
Alarmante
expectativa reina esta ciudad, con motivo no haber entrado ningún barco al
Atrato, en presente año. Hace seis días hállase varada bocas río moto-nave
Simón Bolívar, y víveres comienzan a escasear, con natural espanto habitantes
esta región, que súrtese alimentos principales Costa Atlántica. Además, como es
natural, propietarios naves veránse obligados suspender despachos éstas, ante
peligro perderlas o por crecido aumento en gastos al no hacer el viaje en
tiempo que ellas está fijado. Chocó, hace muchos años, viene pidiendo
ahincadamente a todos los gobiernos un poco de atención para este problema, que
veíase llegar, y que hoy llega sin que la solución háyase encontrado. Comercio,
habitantes comarca, por conducto de esta Cámara, piden, respetuosamente,
inmediata solución esta cuestión de vital importancia. Servidores. CÁMARA DE
COMERCIO.
ABC N° 3119-Quibdó, enero 18 de 1936. Pág. 2.
![]() |
Quibdó a principios de la década de 1930. FOTOS: Misioneros Claretianos. Archivo El Guarengue |
Con fecha 17 de febrero de 1938, el presidente Alfonso López Pumarejo dirige una carta al secretario de la Cámara de Comercio, Alberto Reutlinger, donde le manifiesta: “por intermedio suyo deseo informar a esa Cámara de Comercio que hemos estado tratando de dar a la Intendencia, y que esperamos lograrlo en breve, un gobernante que, por su equidistancia de los grupos políticos, y por su preparación administrativa, esté en capacidad de atender con eficacia inmediata aquellos asuntos que atañen decisivamente a la situación económica y social del Chocó…”;[7] ello en referencia a la situación del cargo entre marzo de 1937 y marzo de 1938, cuando Delfino Díaz Ruiz durante diez días, César Arriaga y Emilio Meluk, durante 6 meses cada uno; dieron paso a un nuevo Intendente foráneo, el cual, ante la presión de dirigentes chocoanos como Adán Arriaga Andrade, daría paso a Dionisio Echeverry Ferrer, quien asumiría el cargo entre octubre de 1938 y septiembre de 1942.
Del mismo modo, en su comunicación a la Cámara de Comercio de Quibdó, el presidente López Pumarejo anuncia que en agosto quedará establecida "la navegación oficial en el Atrato"; que ha dado instrucciones al Ministerio de Obras Públicas “para que se apresuren los estudios del acueducto de Quibdó; a la Dirección Nacional de Higiene para que traslade inmediatamente al Chocó un ingeniero sanitario; al Ministerio de Correos y Telégrafos para terminar, a la mayor brevedad posible, la instalación de las estaciones radiotelegráficas de Acandí, Juradó e Istmina, y la reparación de la de Quibdó; al Ministerio de Agricultura para el envío de insumos y equipos agrícolas; al Ministerio de Educación para intensificar los trabajos y estudios de la Escuela Normal de Quibdó y la de Artes y Oficios de Istmina; a la Biblioteca Nacional para que haga una donación de libros a la Biblioteca de la Sociedad de Mejoras Públicas; y, finalmente, al Ministerio de Industrias para que conceda a esa Cámara de Comercio el auxilio autorizado por la ley… “Muchas de estas órdenes se están cumpliendo actualmente y en breve término se ejecutarán todas”, concluye el presidente.[8]
La comunicación finaliza aludiendo a los próximos pasos institucionales que, en ese entonces, dará la Cámara de Comercio de Quibdó: “Tengo especial interés en la celebración de la junta de Comerciantes de las provincias de Atrato y San Juan que deberá realizar el primero de marzo y confío en que sus conclusiones servirán eficazmente al gobierno en los propósitos que la animan… Lo saludo atentamente, Presidente López”.[9]
1938:
Asamblea y nuevos dignatarios
Efectivamente, como lo mencionó el presidente de la república en su comunicación a la Cámara de Comercio de Quibdó, a las 8 de la noche del 8 de marzo de 1938, en el Salón del Consejo Administrativo de la Intendencia Nacional del Chocó, fue instalada la Asamblea general de comerciantes del Chocó, que había sido convocada por Emilio Meluk, encargado del Despacho de la Intendencia, y Manuel F. Barcha, presidente de la Cámara de Comercio. “Para asistir a la asamblea, llegaron los señores Jorge Salazar G., Agustín Rey, representantes del comercio de Condoto; y los señores Antonio Agudelo y Pedro María Agudelo, por El Carmen. Por Istmina fueron nombrados los señores Roque J. Peñate y el doctor Barrera Ortiz; y por Tadó el mismo señor Peñate… La Intendencia dio viáticos a los delegados de Condoto y El Carmen”.[10]
Presidida por Emilio Meluk, secretario de gobierno e Intendente encargado, y Alberto Reutlinger como secretario, y con la participación de 72 miembros del comercio importador, mayorista y detallista de Quibdó, más los delegados del San Juan y de El Carmen; el 9 de marzo de 1938, la asamblea eligió una nueva junta directiva. “Principales: Antonio Asprilla A., Jorge Salazar G., Mario Ferrer, Juan Garcés, Antonio Bechara, Musa Uechec, Epifanio Álvarez, Juan Pío Perea, Manuel F. Barcha. Suplentes personales: Miguel Ángel, Raúl Cañadas V., Pedro Luis Vázquez, Pedro Manuel Mosquera P., Alfredo Curi, Juan Zaher, Gabriel Escobar, Juan E. Dueñas, Jorge E. Díaz”.[11] El 10 de marzo sería oficialmente instalada la directiva y procedería a elegir a sus dignatarios.
![]() |
Publicidad en el periódico ABC, de Quibdó, 1935-1938. Imágenes: El Guarengue, con material digitalizado de la Hemeroteca del Chocó. |
En una nueva sede, situada en la planta baja de una casa en la calle sexta y con su recién creada sección de Información y Propaganda comercial, dos asuntos que informó profusamente mediante un aviso sucesivamente publicado en el periódico ABC; la Cámara de Comercio de Quibdó siguió adelante, buscando consolidar su liderazgo gremial en un sector tan amplio, variable y diverso como era el comercio quibdoseño de la época. Dicho escenario, como puede verse en la publicidad del periódico ABC a través de los años transcurridos entre su creación en 1935 y su asamblea de 1938, será significativamente modificado cuando, al tradicional intercambio fluvial con el Caribe, mediante el transporte en las históricas motonaves y barcos de carga y pasajeros, se vaya sumando progresivamente la presencia de productos, manufacturas, servicios, distribuidores y comerciantes de la región antioqueña. Además de barcos e hidroaviones, de transporte aéreo y fluvial, el antiguo camino hacia Antioquia llegará a Quibdó convertido en trocha por donde camiones y buses traerán nuevos acentos, nuevas mercancías, nuevas formas y estrategias de comercio, nuevas ambiciones... El antiguo puerto aéreo devendrá en aeropuerto y la antigua Intendencia en Departamento... Aunque don Reinaldo Valencia ya no estaría para verlo, en este nuevo escenario será más difícil el control del comercio corsario, que a él tanto le preocupaba.
[1] Periódico ABC, Quibdó, N° 2975. 26 de marzo de 1935.
[2] Ibidem.
[3] Periódico
ABC, Quibdó, N° 2979. Abril 6 de 1935
[4] Ibidem.
[5] El
decreto 662 de 1935 (abril 8) puede consultarse en:
https://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?id=1141822
[6]
Ley 28 de 1931 (febrero 18), artículo 1°.
En: https://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?id=1584095#
[7]
Periódico ABC, N° 3324.
Quibdó, 19 de febrero de 1938.
[8] Ibidem.
[9] Ibidem.
[10] Periódico ABC, N° 330. Quibdó, marzo 8 de 1938, pág. 4ª.
[11]
Ibidem.
La Cámara de Comercio, bajo la Dirección del señor Benjamín Correa y otros comerciantes miembros de esa organización, como Don Mario Agudelo Palacios, Luis Carlos Palacios(Palita) y Eduardo Henry Salas, fueron los artífices de la implementación la Caja de Compensación Familiar del Choco, "Comfachoco"
ResponderBorrarAtte, Américo Murillo Londoño
A qué obedece que las proyecciones que se expresaban en ese momento, no se hayan materializado y la comunicación que evidentemente era franca, abierta y eficaz se haya interrumpido?
ResponderBorrarEl gobierno central de hoy es responsable porque sigue apostando a ahondar las diferencias regionales, en vez de ir equilibrando las potencialidades y realidades con los recursos, medios y vocaciones que cada segmento geopolítico tienen.
Pero si del Chocó se trata, somos responsables todos.
Acá la política no es para servir, ni para contribuir al bienestar general de las personas y los bienes públicos, sino para los gobernantes de turno y uno que otro
embilletado de la salud o de la educación locales que las “administran” como suyas, ante la mirada indiferente de todos.
Jesús Alexis tiene una teoría, que muy a pesar mío, se va consolidando, en la que combina egocentrismo, envidia e indolencia, para “aprovecharse” de la ocasión, sin tomar en consideración algo que los inste a actuar correctamente.
Del gobierno actual ya pasan tres años y no veo la diferencia con los anteriores, las trochas por las que salimos hacía Medellin y Pereira, son bastante parecidas a las 4G que se inauguran en otras latitudes nacionales, la infraestructura de servicios públicos domiciliarios, alcantarillado, vivienda y trabajo, siguen sin respuesta. Pero seguimos “resignados” y se intensifica la violencia urbana, ella va mutando, cada vez se camufla mejor y llega a casi todos los rincones de la capital.
Cada amanecer trae consigo un nuevo despertar y oportunidades de cambio, de crecimiento, de conciencia. Y creo que con todo esto, puede llegar el día en que se agote la resignación de nuestros corazones.